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viernes | 10 mayo | 2024
Las cofradías de la ría de Ferrol no están pasando por su mejor temporada de capturas, en relación con años anteriores. En los seis primeros meses los pósitos facturaron 429.436 euros menos solo de almeja babosa –suele rondar el 80% de las ventas totales– que en 2016.
En el caso de Ferrol, de enero a junio se vendieron 24.218 kilos de babosa, es decir, casi 13.000 menos que el pasado ejercicio y en la cofradía fenesa el panorama es similar, pues se despacharon 15.333 kilos menos, dejando un total de 20.698 kilos en el primer semestre del presente año.
Este descenso no afecta solo a la especie babosa. Las ventas de la almeja fina bajaron en 52.600 euros en el caso de Fene y en 35.900 en el pósito de Curuxeiras.
La escasez de capturas se ha visto agravada, según los propios mariscadores, por el plan marisquero que los pósitos de la ría implementaron este año, estableciendo un día de descanso (el viernes) para unas tareas de regeneración que no se han llevado a cabo con la diligencia esperada.
Trabas burocráticas
Los responsables de los cabildos ya trabajan desde hace meses con la Consellería do Mar para tratar de cambiar esta estrategia y recuperar el viernes como día laborable, pero las trabas administrativas están dilatando el proceso más de lo esperado por los socios.
Unos trámites burocráticos que también están retrasando otra de las esperanzas de los trabajadores del mar de la comarca, como es la recalificación de varios bancos marisqueros de la ría a zona “B” de forma permanente, lo cual agilizaría el circuito comercial al poder vender el marisco extraído con solo pasar por un centro de depuración.
Desde que se puso en marcha la depuradora, allá por el mes de abril, los informes biológicos registrados periódicamente han arrojado unos resultados más que positivos. “Todos los análisis realizados desde entonces han dado niveles de E.Coli de zona “B”, incluso cercanos la mayoría de ellos a zona “A”, lo cual supone una importante recuperación y la certeza de que se podrán recalificar todas esa zona a “B” en los próximos meses”, explican desde la cofradía de Barallobre.
Aunque el de As Pías es el banco más importante, por la existencia de abundante almeja babosa, mariscadores y cofradías han advertido que en la zona de O Couto existe este año una importante presencia de berberecho, que “se ha vendido por momentos tan bien como la almeja” y cuya facturación ha ayudado a paliar, en buena parte, las pérdidas económicas.
Sin embargo, todas esas toneladas de bivalvo corren el riesgo de perderse. Aunque los análisis de los últimos cuatro meses han arrojado constantemente niveles cercanos a zona “A” (ninguno está superando los 500 E.Coli por 100 gramos de vianda), la Xunta todavía considera que se trata oficialmente de una zona “C”, lo cual exigiría que el marisco pasase una larga temporada en una batea de regeneración antes de su venta.
“El problema es que a la batea solo puede ir la almeja, no se admiten las ostras ni los berberechos –insisten los mariscadores–, así que si no se recalifica la zona y se recogen todas esas toneladas de marisco, se acabarán muriendo y será dinero perdido”.
La normativa exige que se concatenen seis resultados iguales consecutivos para poder cambiar la calificación de una zona de forma permanente y hasta la fecha ya se han podido concretar cinco. Por ello, los mariscadores de Ferrol y Barallobre piden que se acelere el proceso para poder obtener cuanto antes la zona “B” y extraer todo ese bivalvo. l
