El jefe de la Policía ve correcta la detención del testigo de la Pikachu, “aunque se hubiera podido mejorar”

El jefe de la Policía ve correcta la detención del testigo de la Pikachu, “aunque se hubiera podido mejorar”
Diario de Ferrol-2014-11-27-007-edca3052

El jefe de la Policía Local de Ferrol, Emilio Martínez, declaró ayer ante la jueza de Lugo que instruye la operación Pokémon, Pilar de Lara, en relación con la detención de uno de los testigos clave de la pieza coruñesa de esta misma causa –la Pikachu–, el biólogo del acuario herculino Antonio Pérez Cribeiro. Este fue arrestado el 30 de octubre pasado, cuando pedía a algún conductor de los que circulaban por la carretera de Castilla a la altura de Recimil que lo trasladasen hasta Freixeiro. Alguien avisó a la Policía Local porque Pérez Cribeiro tenía una pistola de fogueo, aunque según su versión no la exhibió en ningún momento y solo vieron que asomaba la culata del bolsillo del pantalón.
El biólogo presentó denuncia contra la Policía y, tras la declaración de los agentes ante la jueza, ayer fue el turno del jefe, que aseguró que la detención se hizo de forma “correcta”. Aun así, reconoció que “quizá se hubiera podido mejorar, pero no en el sentido estrictamente de lo legal, a lo mejor en algún detalle”.

una hora y media
Emilio Martínez estuvo declarando una hora y media y al salir dijo que había respondido a preguntas sobre la intervención y sobre lo ocurrido ese día, pero no entró en detalles. “He contestado a todas las preguntas que me ha hecho su señoría y nada más, tratando de aclarar, en la medida de lo posible, todo esto”, dijo.
El jefe de la Policía Local confirmó también que los agentes que fueron a declarar antes que él están estudiando con sus abogados la posibilidad de presentar algún tipo de queja por el trato recibido en el juzgado, aunque aseguró que “yo no intervengo para nada”.

la versión del detenido
Por su parte, Antonio Pérez Cribeiro explicó a este periódico lo ocurrido el día 30 de octubre, cuando fue detenido. El jefe de Biología del acuario de A Coruña está de baja desde el pasado febrero, por una depresión a raíz de lo que él considera un acoso laboral que también ha denunciado. Es el testigo clave de la Pikachu y asegura que este acoso comenzó a producirse cuando se negó a “entrar por el aro de determinadas firmas que consideraba ilegales” en su trabajo. Todo este proceso derivó en su actual situación de baja médica, que se complicó además con un accidente de bicicleta como consecuencia del cual tiene un pie escayolado y una mano vendada.
Fueron precisamente estas condiciones físicas las que lo obligaron a coger un autobús el pasado 30 de octubre para desplazarse desde A Coruña, donde reside, hasta Cedeira, donde viven sus padres. El autobús de A Coruña lo dejó en el polígono de Caranza –por un error de cálculo suyo derivado del tiempo que hacía que no hacía uso del transporte público– y desde ahí hizo autoestop hasta la zona de Recimil, donde, por recomendación del propio conductor que lo trasladó, cogería otro bus hasta Freixeiro para enlazar con el de Cedeira o directamente el que lo llevaría hasta su localidad de destino. En cualquier caso, como  no llegaba ningún autobús, Pérez Cribeiro optó por pedir a los conductores que se detenían en el semáforo situado a la altura de la confitería Gascón si lo llevaban hasta Freixeiro. Según explicó, trasladaba en su mochila una pistola de fogueo “legalizada por la Guardia Civil, desmartillada y sin bala en la recámara” para poder ir con un amigo a realizar unos disparos, toda vez que estas armas necesitan –dijo– ser utilizadas de vez en cuando para que no se “agarroten”. Pérez Cribeiro insistió en que tenía el arma como “elemento disuasorio de protección” –la adquirió a raíz de un intento de atraco – y en que tan solo “hace ruido”. Cuando fue a coger la cartera, por las dificultades derivadas del vendaje en la mano, tuvo que retirar la pistola y la metió en el bolsillo del pantalón pirata que vestía.
En algún momento se vio la culata del arma por lo que una mujer le preguntó si aquello era una pistola, a lo que él respondió tranquilizándola y diciéndole que se trataba de un arma “de juguete”. Negó también que en algún momento hubiese dicho que era policía, aunque puntualizó que eso no sería delito.
Los agentes de la Policía Local que se desplazaron a la zona avisados por algún particular –no se le facilitó el atestado a pesar de haberlo pedido y no tiene claro este dato– le colocaron las manos a la espalda con unas bridas, a pesar de su vendaje y, según su versión, lo empujaron y se negaron, además, a llamar al número de teléfono que, como testigo de la Pikachu, le habían facilitado para cualquier problema, e incluso hicieron fotografías con sus móviles de la detención. Tampoco le permitieron a él realizar llamadas. Pérez Cribeiro indicó asimismo que iba perfectamente identificado puesto que llevaba el DNI en la cartera.
Por el dolor que sentía con las bridas pidió que lo viesen en el centro de salud Fontenla Maristany, donde constataron, aseguró, que presentaba aplastamiento de dos dedos –hoy tiene consulta para el preoperatorio–  y una fisura de tibia. El detenido fue trasladado a Comisaría y finalmente no se presentaron cargos. Sin embargo, en el Twitter de la Policía Local se hizo referencia a la detención incluso con una fotografía del “armamento” que llevaba Pérez Cribeiro: la pistola de fogueo, una pequeña navaja que había comprado para su hijo en una feria y un cuchillo de buceo que tenía en la mochila desde el verano, apuntó.

El jefe de la Policía ve correcta la detención del testigo de la Pikachu, “aunque se hubiera podido mejorar”

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