El gobierno se estrena en el pleno con recesos y negociaciones de última hora

El nuevo gobierno de Ferrol tiene ya los mimbres necesarios para abandonar la provisionalidad y funcionar conforme a todas las normas. Están fijadas las comisiones y su composición, nombrados los representantes en los organismos externos, aclaradas las dedicaciones exclusivas y parciales y decidido el personal eventual. El pleno de organización de ayer por la mañana era el trámite que faltaba para fijar la estructura de los próximos cuatro años pero fueron necesarias casi tres horas, dos recesos (de media hora y de quince minutos) y varias enmiendas para poder lograr los votos necesarios (el bipartito suma once pero en el arco municipal son 25). La abstención del BNG en los temas más controvertidos, junto con el necesario apoyo de Ciudadanos, resultó clave.
Poco tiempo hubo para las dudas o los nervios del estreno (hay trece ediles nuevos entre todos los grupos) porque las votaciones se complicaron con enmiendas, modificaciones y propuestas redefinidas y el aprendizaje se dio a marchas forzadas, por la vía de los hechos consumados. Hasta los veteranos reconocían al acabar el pleno (en el que se llegó a votar sobre la ordenanza de animales por artículos, por secciones y después su derogación total) que les había costado saber qué se decidía en cada momento. Y no porque faltara agilidad desde la mesa (en la que también se estrenaba Jorge Suárez, que estuvo sin tenientes de alcalde a los lados, solo con el secretario y el interventor) aunque las formas se relajaran en ocasiones con un par de apelaciones del regidor al “señor Canco” (nombre familiar con el que se conoce al edil popular Francisco Javier Breijo Devesa).
Hubo cierto desconcierto inicial sobre si había que votar o no las áreas de gobierno (que se llevan en el orden del día para dar cuenta sobre ellas) y también despiste sobre alguna decisión (como la de la edila de Ciudadanos, Ana Rodríguez, que votó a favor de una enmienda popular sobre la composición de las comisiones que fue rechazada, pero que después también votó a favor de la que presentaba el gobierno).
Y más sorprendentes fueron los recesos, recibidos con expectación y con indisimuladas sonrisas desde la bancada popular. El primero se solicitó para decidir la proporcionalidad en las comisiones de gobierno, toda vez que el PP llegó al pleno y pidió cinco miembros en lugar de cuatro. Ante esta novedad se paró la sesión y los portavoces se retiraron a la sala contigua. Media hora tardaron en deliberar y, a la vuelta, la enmienda del PP se rechazó y la propuesta del gobierno salió adelante (con la abstención del BNG y el apoyo de C’s). La otra pausa tuvo que ver con la asignación de representantes en organismos externos. El BNG acabó retirándose de Emafesa en favor del Partido Popular y tampoco estará en FIMO y se aprobó que ninguno de los concejales tuviese retribución. Así, de nuevo con la abstención nacionalista y el respaldo de Ciudadanos, la propuesta salió adelante.
Además se dibujaron ayer las posiciones de los portavoces, avanzándose para el futuro importantes confrontaciones  entre Beatriz Sestayo (PSOE) y José Manuel Rey Varela (PP) y también entre este último y Álvaro Montes (FeC). Los tres, con permiso de Iván Rivas, que subió el tono de la crítica comparando en una ocasión al gobierno actual con el anterior, protagonizaron los momentos más vivos del debate.
La retribución del representante municipal en el consejo de la Autoridad Portuaria (era el único puesto remunerado pero ya no lo es tras la moción popular apoyada por el BNG) y el número de asesores (se acabó reduciendo de seis a cinco) y el coste del gobierno pasado y el actual hicieron saltar chispas entre Sestayo y Rey. “Non estamos en contra de que os membros do Consello da Autoridade Portuaria teñan unha retribución porque implica unha responsabilidade. Pero dos campións da demagoxia neste tema esperabamos que chegase o sentido común a esta administración, sobre todo despois de falar tanto do pacto da pobreza”, afirmó el portavoz popular con ironía. La socialista reprochó al PP su incoherencia respecto a cómo actuaron en este tema hasta la fecha y presentó ella misma una moción, en vivo, para que el pleno de Ferrol inste a la Autoridad Portuaria a que no cobre dietas ninguno de los asistentes al Consello y que se done, como hará ella, esa cantidad a una entidad social. El PP rechazó esta medida, que sin embargo salió adelante con los votos de todos los demás concejales.
El debate sobre el número de asesores y sus sueldos también tomó temperatura cuando Álvaro Montes echó en cara al PP que abanderasen la austeridad cuando habían pedido al gobierno dos secretarios en lugar de uno, más dedicaciones y “obras no despacho” con el consiguiente “custe para este concello”. “Reprocharnos a habilitación dun espazo razoable para once persoas creo que é unha política barriobajera e demagóxica”, contestó Rey Varela. “Os barriobajeros desta cidade por fin teñen un goberno que os represente”, espetó Montes.
Y tras debates y peticiones sobre la proporcionalidad de las comisiones, los puestos de confianza y las designaciones llegaron dos mociones presentadas por el BNG. Así que la primera discusión en el pleno sobre los problemas de la ciudad, después de solventar los asuntos de los “repartos”, tuvo como tema la ordenanza canina. Y lo que debería ser un asunto rápido de solventar se eternizó en aras del mayor acuerdo posible: se votó por artículos la primera de las tres partes de la moción; después se decidió sobre el bloque dos y el bloque tres de la misma; y finalmente se votó la derogación total, que se estudiará en comisión para llevar al pleno de final de mes.
También hubo buena disposición respecto a la devolución a los vecinos de los montes de Cha y el pleno remató con una petición del alcalde, que recordó la normativa sobre Normalización Lingüística y pidió a los cargos públicos que hicieran “un esforzo” para expresarse en gallego en sus intervenciones.