Se extingue la llama de la luz y el color del pintor José María González Collado

Se extingue la llama de la luz y el color del pintor José María González Collado
José María González Collado, el pasado 19 de diciembre | jorge meis

Ferrol, y el mundo de la cultura en general, vio ayer apagarse para siempre la llama de la luz y el color del pintor ferrolano José María González Collado. El artista falleció en la residencia del Sergas tras ser ingresado por una caída en plena madrugada del domingo, al levantarse de la cama. Se extingue así no solo uno de los pintores de referencia en Galicia durante los más de 80 años que se ha prolongado su fructífera carrera. Se fue no obstante sin dolor, como una vela consumida.
Al apagarse su vida, se extingue también una de las voces más polemistas de la cultura ferrolana. Era necesario que la conexión con José María González Collado se hiciera no solo a través de su obra sino también de su persona para reconocer una valía que solo la mediocridad y el desdén de otros trababa de impedir que se viera.
González Collado falleció cuando apenas le faltaban cinco meses para cumplir los 92 años y tan solo tres semanas después de que inaugurara su última exposición, “Años de niñez”, que todavía cuelga, junto con otras muchas obras y las cerámicas de su mujer, Josefina Pena, de las paredes de su estudio, Galería 46, al que acudió hasta sus últimas días, . El título – “Años de niñas”– parece ahora premonitorio pero es, seguramente, el más apropiado para una despedida a la altura de sus deseos y también de las desesperanzas manifiestas en el recuerdo de una infancia marcada por la Guerra Civil del 36.

Alumno destacado de Felipe Bello Piñeiro, conocedor de Álvarez de Sotomayor, ambos referencias indiscutibles en su primeras aproximaciones a la pintura costumbrista y al paisaje a los que él aportaría un nuevo cuño a través de la simplicidad de líneas y espacios llenos de intenso colorido del figurativismo, protagonizó su primera exposición con solo 18 años en el Casino Ferrolano.
Da comienzo así una intensa vida profesional y personal que le lleva desde Ferrol a Madrid, a Francia o a Marruecos, para configurar distintas etapas de su evolución.
Se preciaba de haber sido alumno de la Escuela de Artes y Oficios de Ferrol en las disciplinas de Dibujo, Aritmética y Geometría, que durante buena parte de su vida le permitiría compaginar su trabajo en la entonces Bazán con otros posteriores por cuenta ajena y, a un tiempo, con el pincel y el lienzo que lo han acompañado hasta el final.
Su mujer, Josefina Pena –también ferrolana–, se hallaba ayer consternada, al igual que el resto de su familia y amigos. Como compañera, conoce la vitalidad del hombre; como artista, la inagotable ansiedad de continuar pintando que mostraba cada día González Collado al recordar unas manos –ahora, con los años, más cansadas si acaso– dotadas de un inconcebible pulso.
Hijo predilecto de Ferrol, González Collado se va sin embargo sin ver cumplido uno de sus últimos sueños, la creación de una fundación que, con su nombre, ayudase a la gestión de su legado, parte del cual se integra en el patrimonio artístico del Concello de su ciudad natal.
Si su obra no dejaba –no deja– indiferente a nadie que la conozca, su personalidad tampoco. Como polemista, arreciaba González Collado contra la mediocridad, contra el exceso y el arribismo, contra el desagradecimiento o, simplemente, contra la vanidad; aunque de esta última también se alimentaba, solo que con la sobrada razón de la genialidad, conocedor como era, y nunca suficientemente reconocido, de su aportación indiscutible a la historia de la pintura gallega a caballo entre los siglos XX y XXI..
Sus cenizas
El artista se va, pero su espíritu se queda en su Ferrol de toda la vida, en aquellos paisajes y lugares plasmados en sus acuarelas, sus óleos o incluso sus murales.
Sus cenizas, decía ayer su viuda, serán esparcidas en aquellos sitios de la comarca cuya portentosa memoria fotográfica le permitía plasmar, día tras día, su luz y su color.

Se extingue la llama de la luz y el color del pintor José María González Collado

Te puede interesar