Estudios en Santa Comba desvelan indicios de construcciones castreñas

Estudios en Santa Comba desvelan indicios de construcciones castreñas
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La tercera intervención arqueológica realizada en las islas de Santa Comba y su entorno desveló la existencia de “anomalías de interés arqueológico” que, según el organismo que dirigió esta última prospección, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) podrían corresponderse con “muros o zanjas del yacimiento catalogado en la zona hace más de diez años”, aludiendo a posibles construcciones castreñas. Los resultados se desprenden del trabajo realizado –promovido por el grupo Historia Antiga, Arqueoloxía e Análise Territorial de la UDC y la Sociedad Cultural Columba– en los últimos meses y que se recogerán próximamente en un libro que coordinarán el catedrático de la UDC Víctor Alonso y el doctor Xosé Lois Armada.
A través de técnicas geofísicas y análisis del subsuelo con tecnología avanzada no agresiva, explicaron, se realizaron exploraciones “muy amplias en cortos períodos de tiempo” en la Illa de Fóra, do Medio y en la zona del aparcamiento de Santa Comba. Uno de los responsables de la prospección geofísica, Carlos Otero, explicó que “al realizar los trabajos con gradiómetro hemos podido registrar las anomalías magnéticas provocadas por los distintos materiales del subsuelo sobre el campo magnético terrestre”. En el caso de la Illa de Fóra, señaló, se comprobó que la potencia del suelo es escasa y se detectó la huella magnética de los cortes y formas del substrato rocoso natural. Además, indicó Otero, en el extremo norte de la isla se registraron indicios “de lo que pudieran ser pequeñas construcciones circulares castreñas”.
En la Illa do Medio, en donde se encuentra la ermita de Santa Comba, se localizaron doce perfiles y nueve anomalías de interés arqueológico, principalmente en la zona del acceso, según apuntaron desde el CSIC. En lo que respecta a la zona del aparcamiento, apuntaron, se detectaron con un georradar estructuras bajo el suelo, concretamente la continuación de un muro ancho del que se ve el perfil natural. “Hemos advertido que probablemente hay poco suelo arqueológico fértil, lo que puede ser producto de la erosión. Por tanto, la posibilidad de hallar restos arqueológicos relevantes parece bastante limitada a unas zonas concretas de las islas”, aseguró Xosé Lois Armada. Además, destacó que una elevación que se había interpretado como un torreón carece de estructuras soterradas, por lo que simplemente se trata de una formación natural de tipo dunar. Desde el equipo se avanzó que, con la información obtenida se podrán planificar nuevas intervenciones arqueológicas en las islas y su entorno.
De cara al futuro, aseguran desde el colectivo, “nuestra intención es la de explorar la recombinación de las tres tecnologías y aplicarlas en las tres islas: gradiómetro en la Illa do Medio, georradar en la Illa de Fóra y ambas en la Illa do Toxo”. n

Estudios en Santa Comba desvelan indicios de construcciones castreñas

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