El escritor andaluz, Luis Miguel Cerdera presentó ayer “Málaga: base naval accidental”

En los primeros meses de la Guerra Civil española, un ferrolano, Baudilio Sanmartín García, asumía lejos de su ciudad natal su responsabilidad como jefe de la base naval de Málaga, convertida entonces en una base provisional de la Escuadra republicana. Su trayectoria desde el inicio del golpe militar en julio de 1936 y hasta que la ciudad, y con ella la propia base, caía en manos de las tropas sublevadas el 8 de febrero de 1937, fue ejemplar. 
“Baudilio Sanmartín fue un hombre íntegro, leal a la República y un excelente marino. Tuvo un comportamiento valiente y digno hasta el último momento. Fue, ante todo, un hombre de honor. Siempre trabajó por la justicia y por defender la República”. 
Así habla de la figura del ferrolano Luis Miguel Cerdera Jiménez (Palos, Málaga, 1962), autor del libro “Málaga: base naval accidental” que ayer fue presentado en el Ateneo Ferrolán, en un acto cuya presentación corrió a cargo del historiador local Enrique Barrera.

protagonismo
La obra incluye numerosas referencias históricas de los acontecimientos vividos en aquellos primeros meses de la contienda en la ciudad malagueña y rinde además especial tributo a los marinos “que a pesar de las graves dificultades se mantuvieron en los muelles malagueños”.
Es ahí donde el autor confiere un singular protagonismo a dos personajes, el propio Sanmartín, y su amigo y compañero de equipo, Remigio Verdía, originario de Barcelona y que fallecería en uno de los innumerables bombardeos que sufrió la ciudad.
Baudilio logra llegar a la base naval de Cartagena, donde continúa luchando por la República hasta que se ve obligado a exiliarse a Francia, donde falleció en 1973.
Apasionado investigador de la Guerra Civil española, esta obra supone el estreno literario de Cerdera, quien expresó su satisfacción por la buena acogida y las buenas críticas que su libro ha recibido. Ahora, este funcionario del Ayuntamiento de Logroño se tomará unos meses de descanso antes de sumergirse de nuevo entre documentos y archivos para narrar una nueva historia.