La escasez en la captura de centollas encarece el producto en los mercados

Las previsiones que las cofradías de pescadores de la ría tenían sobre la campaña del centolla se están cumpliendo tres semanas después de que se levantase la veda, el pasado 14 de noviembre. Unas fechas navideñas que este año, parece, no van a servir para dar el empujón final en el capítulo de facturación.
En estos algo más de 15 días el pósito de Ferrol despachó 2.451 kilos de centolla, que se está vendiendo a una media de 9,27 euros el kilo, aunque ha alcanzado picos de más de 22 euros. Esto se traduce en algo más de 22.716 euros en las primeras semanas.
Unas cifras algo menores a las del pasado año. Por estas fechas en 2015 se habían vendido más de 3.200 kilos del crustáceo y la facturación superaba los 26.700 euros. A final de 2015 se habían despachado más de 4.000 kilos a una media de 9,13 euros.
Desde los pósitos, explican que las razones por las que esta temporada el número de capturas está siendo menor son varias, aunque principalmente por una serie de motivos meteorológicos que se han dado de forma conjunta para desgracia de los mariscadores.
La escasez de tormentas de viento que remuevan los lechos marinos, la excesiva claridad nocturna debido al tamaño de la luna estas pasadas semanas y el frío han hecho que los centolllos se muevan poco este año para buscar alimento, lo cual dificulta su captura.
Sin olvidar el efecto que el furtivismo tiene en la escasez de género. Además, la buena temporada de pulpo –que se alimenta de este crustáceo– ya había dado pistas al sector de lo que podría ocurrir.

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Esta escasez de capturas, tanto en Ferrol como en otras rías gallegas –pocos días se llegó a los topes– ha encarecido algo el producto en los mercados y supermercados.
La centolla del país ronda estos días en las pescaderías los 26 euros el kilo, frente a los 20 o 21 en la apertura de la campaña de las pasadas navidades.