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jueves | 18 abril | 2024
El gobierno local licitó en 90.000 euros el equipamiento de primera instalación para el centro cívico que se localizará en el edificio del antiguo Hospicio. La adjudicación permitirá abrir al público el local, una vez amuebladas la planta baja y la segunda –la primera se reservó para habilitar un centro de formación de hostelería– y acondicionados los aseos que se localizan en el inmueble.
Las empresas interesadas en amueblar la biblioteca, los despachos, el salón de actos y las zonas comunes del centro cívico del antiguo Hospicio deberán asumir con cargo a la mencionada partida de licitación, además de los gastos derivados del suministro, los del montaje del mobiliario, tal como se especifica en el pliego. El plazo para entregar las propuestas en el registro municipal se abrió el pasado martes y finalizará el próximo 7 de febrero, tal como se apunta en el documento.
En líneas generales, en el pliego se incide en que el equipamiento debe atender a cuestiones como la funcionalidad, adaptabilidad, mobilidad y durabilidad. En cuanto a este último apartado, se especifica además que se deben garantizar repuestos durante un plazo mínimo de dos años desde la fecha de instalación o suministro.
El Concello recepcionó a finales del pasado año la primera fase de las obras realizadas en la sede del antiguo Hospicio. La firma Dragados se encargó de ejecutar unos trabajos que supusieron un desembolso de 1,3 millones de euros. El gobierno local obtuvo el respaldo del Plan Urban –cofinanciado por la Unión Europea–, la Xunta y la Diputación para hacer frente a la mencionada inversión.
Además de un centro cívico y un centro de formación para hostelería, el edificio podría albergar nuevos usos. Una parte del inmueble está todavía pendiente de rehabilitar pero el propio alcalde, José Manuel Rey, aseguró tras la recepción de los trabajos que la intención del gobierno local es reparar el edificio anexo durante el presente mandato.
La intervención se acometió en base a un proyecto redactado por los arquitectos Sergio Beceiro y Rosa Vilas y se desarrolló durante algo más de un año, debido a que fue necesario interrumpir las obras tras la aparición de unos pozos antiguos.
