Eduardo Ballester Peris

Eduardo Ballester Peris, Alcalde de Ferrol e Hijo Adoptivo de la ciudad, nació en Vinaroz, Valencia, el 23 de Agosto de 1899. Durante el desempeño de la Alcaldía de Ferrol entre los años 1939 y 1947 fue el impulsor de varias actuaciones y de obras de gran interés e incidencia en la urbe: la unión de los municipios de Ferrol y Serantes, la gestación del barrio de Recimil y la creación del Parque Municipal, entre otros.

Después de estudiar el Bachillerato en Zaragoza, Eduardo Ballester se trasladó a Valencia en cuya Universidad cursó la carrera de Derecho, licenciándose con 18 años y haciendo a continuación el Doctorado en la Universidad Central de Madrid. Ingresó en el Cuerpo de Registradores del Estado a los 23 años, siendo el más joven de su promoción y el más precoz de los Registradores hasta aquella fecha.

Eduardo Ballestar Peris fue nombrado el año 1926 Registrador de la Propiedad de Viveiro, pasando destinado con el mismo cargo a Ferrol el año 1932. Fue nombrado Alcalde de la ciudad ferrolana el 11 de Enero de 1939 en relevo de Antonio Vázquez Permuy, siendo uno de los alcaldes de la ciudad que más tiempo permaneció en el cargo. En junio de 1947 fue relevado de su cargo a petición propia por Arsenio Díaz del Río. Con posterioridad sería nombrado Concejal al ser elegido por el Tercio Familiar en Noviembre de 1948.

Uno de los logros del alcalde Eduardo Ballester fue la unión de los municipios de Ferrol y Serantes. Después de diversos intentos, el primero de ellos datado del año 1899, cuando llegó el año 1940, por una Orden Ministerial de 21 de Enero, se aprobó el expediente de agregación, que no de unión, del Ayuntamiento de Serantes, del que era alcalde Juan Teijido Roca, al de entonces El Ferrol del Caudillo, que estaba presidido por Eduardo Ballester, siendo este último el nombre que se le dio al nuevo municipio. Según la Guía de la ciudad del año 1946, el año 1940 el ayuntamiento ferrolano tenía 41.536 habitantes de acuerdo al Padrón municipal, pasando el nuevo municipio creado tras la agregación de Serantes a tener 59.829 habitantes.

Otro hito importante de la gestión como alcalde de Ballester Peris fue la edificación del barrio de Recimil, oficialmente conocido como barrio del Pilar y coloquialmente llamadas las Casas Baratas. La antigua aldea de Recimil fue el lugar elegido en la década de los años 1940 para la construcción de las primeras casas de protección oficial levantadas en España al final de la Guerra Civil, un conjunto de casi ciento cincuenta edificios con algo más de mil viviendas. Estas viviendas sociales de titularidad municipal conforman un amplio parque de trama reticular y forma trapezoidal, formado por bloques de cierta monotonía y de gran longitud de fachada, dispuestos en paralelo y comunicados por cortos pasadizos. Dotado de viviendas de dos y tres alturas y dimensiones reducidas, tiene un trazado interesante, de calles de cierta amplitud, dotadas de jardines, zonas verdes y alguna pequeña plaza.

Construido gracias a los presupuestos del Estado, con cierta uniformidad en sus construcciones, cerrado por sí y con las normales características de autarquía de la época, Recimil fue para algunos un ejemplo de un barrio autosuficiente, dotado de grupo escolar, mercado propio y una iglesia, el posterior templo de la Virgen del Pilar. El amplio tamaño del barrio, la mala calidad de los materiales empleados, la poca atención posterior de la Administración y las ocupaciones ilegales fueron el mayor inconveniente para su mantenimiento integral y la causa de su actual degradación, aunque algunas viviendas muestran en su interior el cuidado de los que fueron sus inquilinos habituales.

Durante el mandato de Ballester Peris, se construyó el Parque Municipal de Ferrol, situado en una amplia finca de más de 16.000 metros cuadrados, conocida como la Huerta del Fraile. En sus principios fue dueño de los terrenos el convento de San Francisco, pasando luego a propiedad militar.

Tras diversos usos, desde el primero de Cuartel de Brigadas de Artillería hasta el último como sede de la Central Telefónica Militar, fue finalmente cedido al Ayuntamiento de Ferrol el año 1940. Tras su remodelación, el 10 de Julio de 1943 se inauguró con el nombre de Parque Municipal Eduardo Ballester, cambiando más tarde su nombre por el de Reina Sofía.
Eduardo Ballester, que no estuvo nunca afiliado a organización política alguna, fue nombrado Hijo Adoptivo de Ferrol en Enero de 1940 y Decano del Colegio de Abogados de la ciudad en Septiembre de 1951, recibiendo entre otras condecoraciones la Orden de Alfonso X el Sabio y las cruces del Mérito Naval y del Mérito Civil. Casado con Joana Giner, tuvo cinco hijos. Tras su estancia en Ferrol, ejerció de abogado en Tortosa (1961), Palma de Mallorca (1963) y Valencia (1965), falleciendo en esta última ciudad el 18 de octubre de 1981.

Una faceta poco conocida de Eduardo Ballester fue la de escritor, publicando “Mis andanzas por el mundo” el año 1973 y “De Valencia a Tokio (Quince días en el Japón)” el año 1974. En Ferrol se le puso su nombre a una calle del barrio de Recimil que había contribuido a crear; hoy en día, tras el baile de nombres generalizado en la democracia, la mencionada calle lleva el nombre de Euskadi.