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jueves | 25 abril | 2024
No han conseguido ser las chicas del millón de dólares pero no cabe duda de que han dejado huella en Dubái, no solo por ser un equipo íntegramente femenino, sino por ser las únicas estudiantes del certamen internacional de drones.
LLevaban bajo el brazo su proyecto “Dronlife” para transporte de órganos y supieron demostrar su utilidad, lo que las hizo quedar terceras en el concurso “Drones for good”, organizado por los Emiratos Árabes.
El primer y el segundo premio fueron a parar a dos empresas de drones. La ganadora fue una firma Suiza con un proyecto para detectar personas en catástrofes naturales y la segunda una alemana con un vehículo aéreo para revisar y vigilar los campos de cultivo.
El proyecto de Macarena Arcay, Tays Ferrer, Susana López y Andrea Magán, que viajaron a los Emiratos con el profesor Eduardo Guillén y el piloto del aparato, está concebido para el transporte de órganos para trasplantes por medio de drones y, como explica el profesor de la Escuela Universitaria de Diseño Industrial José Ramón Méndez, “como proyecto a nivel de concepto era el más maduro de los que se presentaba”. La prueba está en que se han impuesto entre 800 propuestas no solo a otros 17 proyectos que junto a ellas pasaban a las semifinal sino que algunos de ellos estaban avalados por la propia NASA y por la Universidad de Oxford.
La seguridad de estas jóvenes quedó demostrada en las últimas jornadas del certamen, ya que si bien a la final pasaron como quintas, mejoraron en su última demostración hasta quedar terceras en el certamen.
Su éxito ha sido apreciado por la organización y de hecho permanecerán en Dubai hasta el día 12, participando en una serie de eventos durante estos días, de los que, como intuye el profesor José Ramón Méndez, “podrían salir algunas cosas más”.
De momento, descansan como si del cuento de las Mil y una noches se tratase, en un lujoso hotel, por cuyos canales discurren góndolas. Un lujo más que merecido para estas campeonas de la escuela ferrolana.
