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martes | 23 abril | 2024
La jornada sobre eólica marina promovida por Iberdrola reunió ayer en el CIS a los principales actores involucrados en la construcción de 29 jackets. Los responsables de la unión formada por Navantia y la asturiana Windar Renovables, adjudicatarias del contrato, subrayaron en este marco el carácter local y específicamente ferrolano que tiene el 90% de la cadena de suministro y explicaron que está listo el proceso de subcontratación con auxiliares.
La empresa Montajes Nervión ha recibido el paquete más importante de la obra, que generará entre 200 y 250 empleos. En total, el proyecto de construcción de 29 jackets para el parque eólico marino que promueve Iberdrola en aguas alemanas representará la creación de 450 empleos, fundamentalmente en el astillero de Fene.
El presidente de Windar Renovables, Orlando Alonso, subrayó que la asturiana desarrollará también el grueso de la obra en las instalaciones de Navantia. En Gijón se cortará la chapa, que suministra Arcelor Mittal, y se realizarán los pilotes, dado que aquí no hay todavía la maquinaria necesaria para ello.
Las dimensiones \“físicas\” del proyecto quedaron patentes en las diferentes ponencias a lo largo de la mañana. Cada uno de los jackets pesará más de 600 toneladas y no solo su construcción, sino también su estiba, es todo un reto de logística. Según explicó Raúl Rico, jefe de proyecto, al astillero de Fene llegarán 60 camiones con material solo para la fabricación de las tres primeras unidades. Se ha previsto la construcción de una grúa de 1.600 toneladas en las inmediaciones del muelle cuatro, para el embarque de los jackets, que una vez terminados y a la espera de su viaje al Mar Báltico configurarán un espectacular paisaje.
La obra comenzará de inmediato. El acero llegará en el próximo mes mayo y todo se pondrá en marcha para terminar en el segundo trimestre de 2016, cuando las gigantes estructuras se desplazarán por mar hasta Alemania.
El interés que despierta el futuro de la energía eólica offshore quedó patente en la jornada de ayer, que contó con la presencia de más de trescientas personas. El director del Igape, Javier Aguilera, destacó en la inauguración que \“el naval sabe, puede y debe hacer otras cosas que no sean barcos\” y apostó por \“la clusterización\” del sector.
Barcos
A lo largo de la jornada quedó patente, también, la inquietud que genera el paso que da la antigua Astano hacia un ámbito alejado de la construcción de barcos. Así lo hicieron notar un espontáneo que entró al salón de actos del CIS con una pancarta e interrumpió una ponencia para recordar el pasado del astillero y también Manuel Pérez, presidente de IEN por Europa, en el turno de ruegos y preguntas. En ambos casos, el director de Navantia Ferrol Fene, Julio Martín, recordó la definición de la compañía como \“una empresa internacional sostenible de la industria naval\” y subrayó que el grupo público \“no ha parado en sus esfuerzos por construir buques civiles y militares\”, pero consideró una \“apuesta ganadora\” la de Wikinger. \“Si lo hacemos bien, tenemos probabilidades de conseguir otros proyectos\”, dijo.
Francisco Silva, el delegado de Iberdrola en Galicia, también remarcó que dentro de la eólica marina hay muchas posibilidades de construir barcos y señaló que el proyecto de una embarcación de apoyo al montaje de cimentaciones offshore que la misma Iberdrola está desarrollando dentro del programa A-Tempo podría llegar a fabricarse en el astillero de Fene. Es un ejemplo, subrayó, pero hay diferentes tipos de barcos que son necesarios para la construcción y el mantenimiento de los parques eólicos marinos y Navantia y la industria gallega, dijo, podrán acceder a este mercado.
