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miércoles | 24 abril | 2024
Un total de siete familias tuvieron que abandonar a primeras horas de la noche de ayer sus respectivas viviendas en el barrio de Ferrol Vello, por el peligro de desplome de la fachada de un edificio situado en el número 12 de la calle Carmen Curuxeiras. Se trata de un inmueble de tres plantas, todas ellas habitadas, que hace unos años ya sufriera el desprendimiento de piedras de la fachada, problema que fue solventado con la colocación de una barra de hierro reforzando la parte baja de la balconada.
La aparición de grandes grietas en el lateral del inmueble colindante con un solar en el que ya se derrumbó otro edificio levantó la alarma, por lo que se movilizó a los bomberos del parque municipal de A Gándara y a la Policía Local de Ferrol.
Tras comprobar el alcance de los daños, los bomberos procedieron al desalojo de las tres viviendas afectadas y se requirió la presencia de una arquitecta del Concello, que decidió que también abandonasen sus domicilios los moradores de otros tres edificios. Se trata del número 10, compuesto de bajo y primero, los dos habitados; el 16, con una sola vivienda habitada; ambos de la calle Carmen Curuxeiras; y el situado enfrente, que linda con la calle Benito Vicetto, de dos plantas, aunque solo está habitada una.
La Policía Local estuvo controlando la zona para que nadie accediese a los inmuebles, o, en caso de necesidad, acompañando a los moradores a recoger los efectos que les resultasen necesarios, mientras que los bomberos permanecieron allí en espera de órdenes por parte de los responsables municipales
La concejala de Servicios Sociales, Rosa Martínez, se personó en el lugar para ofrecer alojamiento a los afectados, si bien no fue necesario, porque todos decidieron trasladarse a casas de familiares.
También acudieron responsables de Urbanismo, que adoptaron la medida provisional de ordenar al vallado de la calle Carmen Curuxeiras, en espera de analizar el asunto hoy con mayor detenimiento y tomar una decisión al respecto.
