Las obras de demolición de un edificio situado en la confluencia de las calles Alegre y Santos, en el barrio de Canido, obligaron a desalojar un edificio colindante en el que se detectó la presencia de grietas a causa de los trabajos que se están ejecutando. Fueron las dos familias afectadas, que residen en el bajo y el primer piso, las que tomaron la decisión de abandonar el inmueble y alertaron a la Policía Local.
Los agentes se desplazaron al lugar de los hechos y solicitaron la presencia de un técnico municipal que, tras examinar la afectación de la pared medianera de la casa habitada, resolvió que los vecinos no regresasen a sus domicilios en tanto no finalicen las obras de demolición. Siguiendo sus órdenes, la Policía Local también procedió al vallado de la zona, en previsión a que pueda producirse algún desprendimiento.
Los trabajos de derrumbe que se están ejecutando fueron ordenads por el Concello de Ferrol, a raíz de que el propietario del edificio hiciese caso omiso a los requerimientos municipales. Se acometen de forma subsidiaria, de manera que los 28.262,17 euros en que fueron presupuestados se le cobrarán al dueño.