11º-18º
viernes | 19 abril | 2024
El Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Ferrol acaba de dictar una sentencia condenando al Concello a indemnizar a una viandante con la suma de 32.390,48 euros y a su esposo con 276,35 euros por las lesiones que sufrieron como consecuencia de la caída de un macetero de los que estaban ubicados en la plaza de España antes de la última reforma. La jueza María de Luna Taboada Martínez estima el recurso interpuesto por el matrimonio, con la asistencia letrada del abogado ferrolano Javier Ontañón Ortiz, contra la desestimación por silencio administrativo de la reclamación por responsabilidad patrimonial del Concello ferrolano.
Los hechos objeto de este procedimiento ocurrieron el día 26 de septiembre de 2011 en la plaza de España. Una mujer octogenaria resultó con graves lesiones en una pierna al caerle encima la placa lateral de un macetero ubicado en la plaza de España.
La jardinera estaba formada por cuatro grandes piedras con unas dimensiones de 120 por 70 centímetros. Una de las planchas ya se había caído unos días atrás y las otras tres lo hicieron cuando la mujer caminaba por la zona, alcanzándola en una pierna. Según refirieron en aquel momento a este periódico testigos de los hechos, la mujer llevaba la tibia al aire y fue trasladada en una ambulancia al hospital Arquitecto Marcide.
En la sentencia se recoge que el marido también sufrió lesiones, aunque de menor entidad, y que los hechos se produjeron cuando las losetas se cayeron de forma sorpresiva y sin que la zona estuviera vallada o con advertencias de peligro.
En el informe médico forense se indica que la mujer tardó en curarse 261 días, de los que 37 fueron de hospitalización. Se considera impeditivo todo el período de curación, ya que la víctima tuvo que ser sometida a operaciones para injertarle tejido cutáneo, además de presentar úlceras en las cicatrices y necesitar control por cirugía plástica y vascular por el tipo de la lesión sufrida, en la que tuvo pérdida de sustancia en la cara anterior de la pierna izquierda.
Como secuelas, el forense recoge síndrome residual postalgodistrofia y un perjuicio estético que considera importante, por la presencia de cicatrices.
