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jueves | 25 abril | 2024
La comarca de Ferrol volvió a ser el epicentro de la segunda jornada de huelga en el sector del metal en la provincia de A Coruña. Las jornadas de paro convocadas por los tres sindicatos mayoritarios, CCOO, CIG y UGT, fueron secundadas nuevamente por casi el 100% de los trabajadores afectados por el convenio en la zona, unas 8.000 personas, dependiendo de la actividad de Navantia
Los sindicatos desplegaron ya a última hora del lunes los piquetes informativos en los principales centros de trabajo y en los polígonos de Río do Pozo y Vilar do Colo, donde no hubo ningún tipo de actividad desde los turnos de noche.
Tras la demostración de músculo del pasado día 22, en el que más de 2.000 trabajadores se echaron a la calle en Ferrol, ayer el paro consistió en una concentración y asamblea en el polígono de A Gándara, donde se aglutinan gran parte de los concesionarios de automóviles de la ría, que en la primera jornada de huelga se mostraron más reacios a la participación.
Presión empresarial
Según explicó el responsable de Industria de la CIG en Ferrol, Vicente Vidal, “a patronal xa está movendo ficha en vista do éxito das protestas. Houbo moita máis presión aos traballadores para que non secundaran a folga, pero a pesar diso o seguemento foi total”. Vidal celebró que los piquetes informativos no tuvieran apenas actividad y apuntó que “a presión a están facendo os propios traballadores”, y que los sindicatos se están limitando a apoyar “a morte” sus reivindicaciones.
Por su parte, el secretario de Industria de CCOO en Galicia, Víctor Ledo, consideró que “a reivindicación está collendo aínda máis impulso nesta segunda xornada de folga” y que “a xente está vendo que as súas demandas toman forza e máis fundamento de cara ás mobilizacións do 4 e do 5 de xullo”.
El responsable de CCOO criticó la postura inmovilista de la patronal y .calificó de “sinrazón” que no se atiendan las demandas para la mejora del convenio provincial de industrias siderometalúrgicas, que lleva sin actualizarse desde 2013. Los sindicatos advierten de que esta última negociación se llevó a cabo durante la crisis, por lo que conceptos como la antigüedad y la revisión salarial del IPC si este sube por encima de lo previsto quedaron en suspenso.
Los trabajadores han propuesto en las últimas reuniones una subida salarial del 4,5% para 2015, 2016 y 2017.
