El cambio de nombre de la Plaza de España enciende el último pleno

El cambio de nombre de la Plaza de España enciende el último pleno
La edil Esther Leira pasó a situarse ayer en la bancada izquierda superior, intercambiándose con Rosa Méndez | jorge meis

Seis horas y 35 minutos. Esa fue la duración del pleno ordinario celebrado ayer en el consistorio ferrolano, el cual estuvo cargado de momentos de tensión en algunas de las ocho mociones que los grupos presentaron. La primera en ser debatida fue la propuesta referida a devolver el nombre de Porta Nova a la Plaza de España, llevada a cabo por el BNG, haciéndose eco de la demanda de la Fundaçom Artábria.


La medida contó con el apoyo del grupo de gobierno de Ferrol en Común (FeC) y las dos concejalas no adscritas (9), pero no llegó al mínimo de votos requeridos para

que fuese aprobada, debido a la oposición de PP y Ciudadanos y la abstención del PSOE.
Bruno Lopes, portavoz de este colectivo, explicó los motivos de dicha petición alegando referencias históricas y de hemeroteca para señalar que hasta 1953 el nombre sugerido era el original y afeando a la oposición que tache el asunto como un “tema non prioritario”. Poniendo de ejemplo a otras ciudades como Santiago o Lugo en donde “recuperaron os nomes orixinais para as prazas do Obradoiro e Maior, respectivamente”, Lopes insistió en que “isto non é odio a España; é amor a Galiza”, por lo que rechazó que su petición sea “unha incitación ao odio”.
Tras condenar los ataques recibidos esta semana en la fachada de la sede de su entidad, el representante de la Fundaçom Artábria terminó su intervención alegando que el hecho de que el debate llegase al pleno “xa foi un éxito e nos seguiremolo intentando”.


Durante el turno de intervención de los grupos se produjeron protestas y aplausos por parte del público asistente, claramente dividido en dos opiniones, lo que hizo que el regidor municipal tuviese que llamar al orden e incluso advertir de la expulsión de la sesión en varias ocasiones.


El portavoz del BNG, Iván Rivas, defendió la propuesta porque “suprimir calquera símbolo da nosa ditadura é importante para recuperar a nosa cultura” e insistió en que no se trata solo de cambiarle el nombre a una plaza sino de que “nesta cidade empecemos a afrontar o futuro, sen medo xa que aínda hai temas tabú”. Rivas concluyó en que el debate se centraba en tres temas: “poder falar do que consideramos oportuno, recuperar a memoria, e asumir que temos dereito a decidir os nomes dos espazos públicos”.


“Es una provocación y les molesta todo lo que lleve la palabra España”. Este fue el argumento que siguió defendiendo la portavoz de Ciudadanos, Ana Rodríguez Masafret, haciendo referencia además a la “violencia simbólica” que puede suponer la colocación de pegativas por parte de la Fundaçom Artábria encima de las placas oficiales. Junto con C’s, el PP alegó que “no es un tema justificado porque no existe reclamación vecinal” e insistió en la idea de que “si no le hubieran puesto Plaza de España no estaríamos aquí debatiendo esto”.
El PSOE, por su parte, se mostró a favor de la recuperación de la memoria histórica y alegó que se sentían “cómodos neste debate” pero alegó que “na nosa cidade hoxe os problemas que buscan consenso cidadán son outros”.
El portavoz de FeC, Álvaro Montes, que confesó que la discusión acabó “saíndo de contexto”, manifestó que “non hai que ter medo ao debate porque sí xera interés” y alegó que el planteamiento político de ese acuerdo estaría condicionado por el plano administrativo.
 

Correos
Otra de las mociones presentadas ayer fue la presentada por FeC, BNG y PSOE en apoyo al Comité de Empresa y a la Xunta de Persoal de Correos e Telégrafos S.A. El portavoz de dicha junta, Carlos del Río, explicó los antecedentes que llevaron a solicitar tal petición exponiendo que en la oficina de Ferrol se produjo un “dimensionamiento” en 2014 que provocó “o aumento da carga de traballo, o empeoramento das condicións laborais e unha gran merma na calidade no servizo”, unido todo esto al “déficit histórico” de la plantilla.


Del Río añadió además como dato que en la oficina de Ferrol entraron en el primer trimestre de 2017 una media de 19.098 envíos ordinarios, “dos cales 4.262 de media quedaron pendentes de reparto”.
Por todo esto, solicitaron ayer que “ningunha das seccións da oficina de Correos de Ferrol se quede sen repartir e se cubran as baixas con persoal eventual das bolsas de contratación; que se dote de medios suficientes para poder cumprir o servizo de reparto dignamente; incremento da plantilla para atender axeitadamente aos servizos de Ferrol e Narón; e que o Concello se dirixa, de xeito institucional, a Correos lembrándolle o seu deber de repartir en todas as zonas da cidade todos os días laborais da semana como dicta a lei”.


La moción fue aprobada debido al apoyo de todos los grupos menos del PP, que se abstuvo. Las otras propuestas –Ciudadanos: recuperación bajos comerciales; PP: puesta en marcha de un programa específico que garantice la alimentación saludable de los menores de familias con dificultades económicas y la creación de una Comisión Técnica de Igualdad– fueron también aprobadas, a excepción de la del BNG acerca de la anulación del Plan de Transporte de la Xunta. l

El cambio de nombre de la Plaza de España enciende el último pleno

Te puede interesar