Aquellos bravos de la Gran Armada

Aquellos bravos de la Gran Armada
Dos miembros de la tripulación del “Centinela”, con el ramo de flores que momentos más tarde sería arrojado al mar Armada Española

En España se le llama la Gran Armada, porque lo otro, lo de la “Armada Invencible”, fue un epíteto inglés para magnificar la victoria que, más los elementos que las fuerzas navales de su país, consiguieron sobre la fracasada expedición que pretendía invadir el reino de Isabel II a finales del siglo XVI. Felipe II aun lo intentaría en una segunda ocasión pero ya con mucho menos ímpetu y menor alcance.
Pero ha sido ahora, más de cuatro siglos más tarde, cuando la Armada Española ha tenido la oportunidad de rendir tributo a más de un millar de soldados y marinos que perdieron la vida en la costa irlandesa que los restos de la expedición trataban de rodear para encarar la ruta de vuelta a España.
En la playa de Stredagh, las olas habían arrojado más de 1.100 cadáveres de tripulantes, dotación y fuerzas terrestres que transportaban la “Santa María de la Visión, “La Juliana” y “La Lavia”, hundidas –como tantos otras– por los fuertes temporales.
Y lo ha hecho el patrullero “Centinela”, con base en Ferrol, que la pasada semana partía rumbo a la pequeña localidad de Mullgahmore –habitada apenas por 127 vecinos–, en nombre de la Armada con un sencillo pero emotivo recuerdo organizado por la “Grange and Armada Development Association”, en un intento de “mantener en la memoria” las vidas y la muerte de aquellos hombres valientes y arrojados.
No sucedió lo mismo en otros puntos de las costas británicas e irlandesas. Los lugareños asesinaron a gran parte de quienes habían desembarcado e naufragado forzados por la mala mar o el pésimo estado de los barcos y su avituallamiento.
El acto principal se desarrolló el pasado domingo con el lanzamiento de flores desde la cubierta del “Centinela” al mar con los correspondientes honores militares. De forma simultánea, en la playa se desarrollaba un reconocimiento similar, esta vez ante un monumento que recuerda los acontecimientos.
Fue el colofón a unos intensos días de convivencia con autoridades y vecinos de Sligo, la localidad destino del “Centinela”, epicentro de un conjunto de actividades centradas en charlas y conferencias relacionadas con los acontecimientos históricos y en las que participaron destacados estudiosos de la época.
En el plano protocolario, la alcaldesa de Sligo, Marie Casserly, ofreció una recepción a los representantes españoles. Entre los asistentes, el ministro irlandés de Turismo, el consejero de la Embajada Española, Rafael Soriano, y el director del Órgano de Historia y Cultura Naval, vicealmirante Fernando Zumalacárregui. También estuvieron presentes el agregado de Defensa en Reino Unido e Irlanda, capitán de navío Víctor Díaz del Río, y una amplia representación de todos los estamentos locales. Como despedida del “Centinela”, que el próximo 3 de octubre se reincorpora a su comisión de servicio en el marco de los ejercicios “Dardo” con el Ejército del Aire, una treintena de embarcaciones locales, adornadas con banderas españolas, le dijeron adiós.

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