Austen lidera un proyecto europeo para la monitorización del cultivo de viñedos

El grupo ferrolano Austen, dedicado a la electricidad naval e industrial, acaba de recibir un fuerte espaldarazo a su esfuerzo innovador. La firma, que ya comercializa con éxito la aplicación Siega para la gestión inteligente de los cultivos, da un paso más al ponerse al frente de un proyecto orientado específicamente a los viñedos y cuyo reto fundamental es ofrecer una solución mucho más económica que las que existen en el mercado.  
Simovi –Sistema de Monitorización de Viñedos– es el nombre del proyecto, en el que colaboran otras cuatro empresas gallegas –Avansig, Egatel, Eltor Electrónica y Saec–, las bodegas Pazo de Señoráns y Coto Redondo, los centros tecnológicos Aimen y Gradiant y la Misión Biológica del CSIC. La inversión va a ser superior a los dos millones de euros y el 50% de la financiación corresponderá a ayudas públicas del programa Interconecta, impulsado con fondos Feder.
En los próximos dos años, Austen y sus compañeros de proyecto van a desarrollar una solución para controlar la calidad de la uva en vivo, además de parámetros del cultivo como la humedad, la temperatura, etc, que ya se controlan con el sistema Siega. Aquí, se utilizarán cámaras con visión multiespectral para medir los azúcares, los taninos y otras variables que permitirán al viticultor tomar decisiones con mayor acierto.  
Felipe Sas, administrador de Austen, destacó ayer su satisfacción por haber recibido el respaldo del programa Interconecta y lo consideró un impulso para el trabajo de innovación que emprendieron hace dos años ante las malas perspectivas del sector naval. En la presentación estuvieron también los técnicos Manolo Ameijeiras y Alejandro Casteleiro. Este último apuntó que “hasta ahora para esto se usan dispositivos voluminosos y caros y nosotros pretendemos utilizar sensores CMOS, los que utilizan los teléfonos móviles”.

Siega
El sistema Siega, que el grupo Austen estrenó en la cooperativa de O Val, se utiliza ya en todo tipo de cultivos en diferentes puntos de Galicia y en Lérida, Valencia, Cádiz y Zaragoza. La empresa estudia ahora diferentes opciones para la exportación.
Para Simovi los planes son tener un prototipo en el plazo de ochos meses y empezar entonces las pruebas de campo en las bodegas participantes.