Arraigo ultima las obras de reforma de su sede en Recimil tras un mes y medio de intensos esfuerzos

Arraigo ultima las obras de reforma de su sede en Recimil tras un mes y medio de intensos esfuerzos

“Después de dos años y medio peleando parece que se empieza a ver un poco la luz al final del túnel”. Esa es la sensación que tienen los voluntarios de Arraigo, entidad que da servicio a las personas de la ciudad en riesgo de exclusión social desde 2012, tras el mes y medio de obras que llevan realizando en su local situado en el barrio de Recimil (Ares, 4).
Una paralización en las intervenciones tres meses después de conseguir el local en 2015 debido a un problema burocrático del edificio en el que se encuentra el local, ajeno a la entidad, obligó a la asociación a dividir sus servicios entre la sede y la Casa Solidaria.
Aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, tal y como comentó ayer su presidenta, Carmen Rey, la posibilidad de mejorar y agrandar el espacio facilita el aunar de nuevo la actividad.
“Seguramente podremos retomar proyectos como el de dar un desayuno más especial los domingos, no solo a base de café y galletas, que hasta ahora no lo podíamos hacer porque la Casa Solidaria cierra ese día”, comentó Rey, que aseguró que el número de gente a la que atienden en la época estival es muy inferior al del resto del año. “Hoy atendimos a 55 por la mañana y 45 por la tarde, pero durante el invierno sobrepasamos con creces la centena”, explicó.
El local fue cedido por el antiguo gobierno local hace dos años y, desde entonces, solo han encontrado problemas a la hora de querer rehabilitar el espacio. La concejala de Benestar Social, Saínza Ruiz, confirmaba ayer que la mejora y acondicionamiento del local era un “compromiso” del gobierno local tras las “lamentables” condiciones en las que se encontraba.
“Las obras están terminando y ahora queda adecentar el local. Tenemos que traer el ropero, montar la despensa de alimentos, habilitar el espacio de “Punto de Encuentro” –iniciativa mediante la cual ofrecen cafés por la mañana y por la tarde y funciona como centro social–... Próximamente haremos un llamamiento para que la gente done sillas, archivadores o lo que pueda para llenar el espacio”, explicó la presidenta de Arraigo.
Correspondencia 
Carmen Rey quiso aclarar también que durante esta temporada que la Casa Solidaria permanece cerrada, la asociación tiene a disposición de los usuarios de Arraigo que estén empadronados en el concello un teléfono (663 787 985) para que puedan recibir su correspondencia postal. 
“Tenemos puesto un papel en la puerta de la Casa Solidaria y la gente se piensa que ese número es el de las asistentas y en realidad es el que habilitamos nosotros para que no se pierdan las cartas”, indicó. l

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