Adelardo Novo Brocas

Adelardo Novo Brocas

Los hermanos Novo García, José, Enrique e Victorino, constituyeron una saga ferrolana que tuvo una gran proyección tanto en Ferrol como en la isla de Cuba. Un hijo de Victorino, el periodista y poeta Adelardo Novo Brocas que nació en Ferrol el 7 de Septiembre de 1880, fue asimismo periodista, escritor y emigrante a Cuba, como lo fue su padre. El año 1895 finalizó sus estudios de Bachillerato en A Coruña, iniciando a continuación la carrera de Derecho en la Universidad de Santiago, abandonando sus estudios el año 1900 para pasar a trabajar en Madrid.
En mayo de 1904 Novo Brocas se trasladó a La Habana, donde durante más de 30 años, con algunos intervalos en los que estuvo expulsado de la isla cubana, ejerció una notable labor periodística y literaria. Ingresó primeramente en la redacción del diario La Unión Española, que pasó a dirigir muy pronto, mientras se encargaba de redactar la sección diaria “Pequeñeces”. En marzo de 1907 dejó el citado periódico y, tras superar numerosas dificultades, fundó el Diario Español, cuya dirección asimismo asumió. 
Como director del Diario Español, Adelardo Novo defendió la autonomía del pueblo cubano en contra de los intereses norteamericanos. Apoyó desde Cuba a José Canalejas como Presidente del Gobierno de España al defender los intereses de los españoles residentes en la isla cubana. Por su postura como director del periódico tuvo repetidos enfrentamientos con la Junta Directiva del mismo, que intentó cesarlo de forma repetida. Años más tarde, en su libro “El Diario Español por dentro”, que se publicó el año 1911 en La Habana, relató todos estos acontecimientos.
Posteriormente fue encargándose de forma alternativa de la dirección de otras cabeceras de medios de comunicación cubanos: El Avisador Comercial, Follas Novas, La Publicidad, El Comercio, El Eco Montañés, La Discusión, El Tiempo y El Republicano Conservador. A partir del año 1909 dirigió el prestigioso anuario Almanaque Gallego, conjuntamente con Casimiro Fernández. Igualmente colaboró con Vida Gallega y Pro-Galicia.
Además de su trabajo como periodista fue impulsor y miembro de diversas sociedades de emigrantes creadas en Cuba, caso de la entidad Ferrol y su comarca, de la que su primer vicepresidente, el Centro Gallego, del que fue secretario de la Sección de Fomento, y la Asociación Iniciadora de la Academia Gallega, de la que formó parte de la Junta Directiva junto con su paisano Fontenla Leal. Precisamente el año 1906 sería nombrado académico correspondiente de la recién creada Academia Gallega. 
Un artículo que fue publicado el año 1917 en la revista Vida Gallega le valió a Adelardo Novo la expulsión de Cuba en Agosto de ese mismo año, acusado por las autoridades de haber ofendido al país cubano. Consiguió retornar de España en Marzo de 1919, retomando la dirección del Diario Español y continuando  con sus trabajos de colaboración con diferentes entidades y publicaciones de La Habana. 
Los años 1920 y 1926 se editaron en Cuba dos nuevas obras de Adelardo Novo, “Pequeñeces” y “Un enviado de Neurópolis”, en ambos casos una recopilación de los artículos que iba publicando en la prensa cubana. Tanto en estos casos como en los poemas bilingües que publicó hasta el año 1924 en la conocida antología poética Los Argonautas, el escritor ferrolano empleó los anagramas A. de Ronavaldo y A. de Lardo.
En marzo de 1930 se trasladó a Nueva York, para llevar a cabo en el dirigible “Graf Zeppelin” la travesía hasta Sevilla, ejerciendo Adelardo Novo de esta forma como embajador de los emigrantes gallegos en Cuba. El viaje fue seguido de forma continua por la prensa española, particularmente El Correo Gallego, y el periodista ferrolano recibió continuos homenajes en los lugares visitados, especialmente en Ferrol, a donde llegó el 9 de junio, siendo recibido por el alcalde José Lloberes y la Corporación Municipal, así como por sus amigos y compañeros de infancia.
Después de su estancia en Ferrol, el 23 de Julio embarcó en el trasatlántico “Cristóbal Colón”, saliendo del puerto de A Coruña con rumbo a La Habana. Durante la navegación se dedicó a redactar la experiencia de su viaje por los aires en un libro que tituló “De La Habana a Sevilla por los aires. Impresiones de un periodista español pasajero del Zeppelin”, obra que Novo Brocas publicó el mismo año 1930 a su regreso a La Habana.  
Al establecerse la República Española en el año 1931, Adelardo Novo clausuró su diario cubano y regresó a España. Tras residir unos meses en Madrid, el año 1933 fue nombrado Gobernador de Lugo y posteriormente de Logroño, cargo que ejercía cuando estalló la Guerra Civil.  Detenido por los sublevados fue internado en una cárcel de Pamplona donde permaneció hasta el fin de la contienda, falleciendo pronto, con la salud muy afectada por su estancia carcelaria, en un hospital de la ciudad de Logroño. 
Por su defensa de los intereses españoles en Cuba se le concedió la Cruz del Mérito Naval y la Real Orden de Isabel la Católica. Su vida y obra fue tratada por los escritores ferrolanos Guillermo Llorca y Xaime López, y el historiador cubano Jorge Domingo Cuadriello. 
A pesar de que se creó una comisión para ello, no se consiguió que los restos mortales de Adelardo Novo Brocas descansasen en su ciudad natal, donde no queda recuerdo alguno del escritor y periodista ferrolano.

Adelardo Novo Brocas

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