Unas 350 viudas se dieron cita ayer en Ferrol en el XLII Congreso Regional

Como todos los años desde hace más de cuarenta, la Federación Galega de Viúvas, integrada por un total de 14 asociaciones de diferentes lugares de la comunidad gallega –entre ellos Ferrol y As Pontes–, celebró ayer su Congreso Regional, al que asistieron unas 350 personas.
La ciudad naval se convirtió en esta ocasión –y por segunda vez– en la sede de una cita de carácter social pero también reivindicativo que permitió al colectivo recordar, ante las autoridades públicas, algunas de sus principales demandas.
Entre estas, la subida de la pensión de viudedad al 75% –en  2004 se elevó del 47% al 52% actual– sobre la base reguladora del cónyuge fallecido, o en todo caso equipararla al salario mínimo interprofesional, y al 95% en los casos en los que haya cargas familiares. Así lo destacaba ayer, minutos antes de la inauguración del encuentro en el Teatro Jofre, la presidenta de la federación, Aurora Carro.
Natural de Lugo, se quedó viuda con 37 años (ahora tiene 78) con siete hijos a su cargo. Desde entonces, su lucha por conseguir las mejores condiciones tanto para las mujeres como para los húerfanos ha sido constante. “Hemos conseguido muchas cosas, como por ejemplo, que cobrasen la pensión las viudas de los fallecidos en el bando republicano”, destacó ayer.
Pero todavía quedan objetivos por cumplir. La pensión no contributiva para los huérfanos; que la paga de viudedad adquiera la calificación de renta exenta a efectos del IRPF; que las viudas con hijos en paro desgraven en la declaración de la renta; o la supresión por parte del gobierno estatal del impuesto de sucesiones –en algunas comunidades ya no existe– para que no haya de-sigualdad de trato entre las autonomías son algunas de las peticiones del colectivo. Solicitan asimismo la eliminación del impuesto de la plusvalía y tener representación en los Pactos de Toledo y en el Parlamento.
El programa del congreso celebrado ayer en Ferrol incluyó una conferencia en el teatro Jofre sobre Concepción Arenal a cargo de Nona Inés Vilariño así como una comida de confraternidad en La Torilla.