Puigdemont no precisa si declaró la independencia y pide una reunión

Puigdemont no precisa si declaró  la independencia y pide una reunión

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no precisó en su carta de respuesta al Gobierno si proclamó o no la independencia en el Parlament el 10 de octubre y emplazó al presidente del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, a concretar una reunión “lo antes posible para explorar los primeros acuerdos” para resolver el conflicto en Cataluña.

En su carta Puigdemont se limita a informar de la “suspensión del mandato político de la urnas del 1 de octubre” –la declaración de independencia–, y reivindica que lo hizo con la voluntad de encontrar una solución y evitar el enfrentamiento.

Así, Puigdemont evita concretar la principal petición que le formulaba el Gobierno central: si declaró la independencia aunque fuera por unos segundos; y pone encima de la mesa dos demandas: una reunión Generalitat-Estado y el fin de la “represión contra el pueblo y el gobierno de Cataluña”.

 

Un plazo de dos meses

El presidente catalán fija un plazo de dos meses para concretar este diálogo con el Gobierno central y propone que, en estos contactos, “todas aquellas instituciones y personalidades internacionales, españolas y catalanas que expresaron su voluntad de abrir un camino de negociación tengan una oportunidad de explorarlo”.

“La prioridad de mi gobierno es buscar con toda la intensidad la vía del diálogo. Queremos hablar, como lo hacen las democracias consolidadas, sobre el problema que le plantea la mayoría del pueblo catalán que quiere emprender su camino como país independiente en el marco europeo”.

Sobre la segunda petición, la de revertir lo que define como represión contra Cataluña, el presidente catalán puso como ejemplo la comparecencia ante la Audiencia Nacional ayer de los líderes de la ANC y de Ómnium, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, y del mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero.

Defiende que Ómnium y la ANC son las responsables de las marchas pacíficas que sacaron a los catalanes a la calle desde 2010, y de Trapero asegura que es “uno de los cuadros policiales con más prestigio de la policía europea y que cumple su labor de forma rigurosa y garantista”.

Puigdemont también sostiene que existen otros tipos de represión: la vulneración de derechos fundamentales; la congelación de cuentas bancarias del Govern; la censura de internet y medios de comunicación; las detenciones de servidores públicos, y la “brutal violencia policial” ejercida contra la gente.

En definitiva, el presidente catalán reclama levantar la intervención de las finanzas de la Generalitat por parte del Estado, además de poner fin a los varios procesos judiciales abiertos contra los responsables de la organización del referéndum.

Puigdemont expresa su confianza en poder abordar esta vía de diálogo con el Gobierno central: “No dejemos que se deteriore más la situación. Con buena voluntad, reconociendo el problema y mirándolo a la cara, estoy seguro de que podemos encontrar el camino de la solución”.

También expresa su sorpresa por que el Gobierno central se plantee aplicar el artículo 155 y avisa de que él suspendió la independencia no como “muestra de debilidad”, sino como gesto.

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