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sábado | 20 abril | 2024
El portavoz adjunto del PP, Antonio Gallego, destacó ayer que es positivo que el Gobierno elabore unos Presupuestos para 2016 porque esto transmite “”confianza y estabilidad” a los mercados, a los ciudadanos y a los socios de la Unión Europea.
En declaraciones a los medios de comunicación, Gallego incidió en que de esta manera España no se encuentra en un “limbo presupuestario”.
En su opinión, las cuentas de 2016 están elaboradas como las del resto de la legislatura, “con responsabilidad, coherencia y seriedad”, ya que solo de esta forma se puede superar la crisis más importante de los últimos 50 años. Gallego subrayó que siempre que gobierna el PP la economía se recupera de la “ruina” que deja el PSOE, y añadió que no es casualidad “que a la crisis se entre por la izquierda y se salga por la derecha”.
En este sentido, aseguró que el PP recibió una economía “en caída libre” y que era difícil “levantar el barco”, algo que se consiguió con el impulso de reformas estructurales y con el “esfuerzo y sacrificio” de los españoles.
El portavoz popular destacó que el Gobierno es “serio y riguroso”, no elabora los Presupuestos “con cuatro tópicos” y no es un “vendedor de crecepelo”.
Asimismo, señaló que “mienten” quienes dicen que con un “chasquido de dedos” se pueden crear cuatro millones de empleos. Gallego pidió al PSOE que si tiene una “fórmula mágica” para acabar con el desempleo que la ponga en marcha donde gobierna. En cualquier caso, admitió, “sin arrogancia y con humildad”, que todavía queda “mucho por hacer”.
El portavoz del PP indicó que cuando conozca las políticas presupuestarias de partidos como Podemos y “Ciutadans” estará encantado de confrontar con ellos. Afirmó que Podemos “quiere gastar mucho y en todo, pero no dice cómo pagarlo”.
Por su parte, el portavoz de Presupuestos del PP, Jaime Olano, recordó que al inicio de la legislatura se subieron los impuestos porque los ingresos públicos estaban por los “suelos” y que ahora que la recuperación es un hecho “constatable” se puede devolver a los españoles los esfuerzos que han hecho.
El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, realizó el viernes el balance de final de curso político de la presente legislatura en una comparecencia en el Palacio de la Moncloa tras la reunión del Consejo de Ministros, en la que se aprobó el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2016.
Unas cuentas públicas cuyas líneas generales presentó y que considera que evidencian que “la recuperación está ahí” y que el rumbo económico que ha seguido en los últimos cuatro años es el que asegura la estabilidad en el futuro.
Pero de forma especial se dedicó a destacar las cifras de esos Presupuestos dedicadas al gasto social (un 53,5 por ciento), a devolver esfuerzos a colectivos como los funcionarios al subirles el sueldo un 1 por ciento, y a las que van a suponer una mejora de un 8,7 por ciento de la financiación autonómica.
A las comunidades advirtió, no obstante, de que el déficit hay que cumplirlo y que no se trata de una decisión “caprichosa”.
Entiende el presidente que esos Presupuestos “cierran una etapa dificilísima para todos los españoles y se abre un nuevo periodo de crecimiento sostenido y de creación intensa de empleo”.
Pero advirtió a pocos meses de las elecciones generales que ese futuro halagüeño no está garantizado y solo será posible con políticas como las de esta legislatura y si no se abren paso algunos riesgos que cree que no provienen de la economía, sino de la incertidumbre política.
Reprochó a los socialistas sus pactos con independentistas y radicales de izquierda tras las elecciones municipales, que considera muy perjudiciales para España si se intentaran repetir tras los comicios generales.
Él pretende conseguir la confianza mayoritaria de los españoles y no quiso “adelantar acontecimientos” ante la posibilidad de una gran coalición tras los comicios o expresar sus preferencias sobre posibles pactos con otras fuerzas políticas.
