Correa ofrece de nuevo su colaboración a la Fiscalía, pero desde su casa, y pide el indulto para Garzón

Correa ofrece de nuevo su colaboración a la Fiscalía, pero desde su casa, y pide el indulto para Garzón
Francisco Correa llega a la Audiencia Nacional para comparecer ante Ruz | ballesteros (efe)

El presunto cabecilla de “Gurtel”, Francisco Correa, ofreció ayer una vez más su colaboración a la Fiscalía para “aclarar todas las causas pendientes” sobre la trama corrupta, pero pidió hacerlo en libertad hasta que las sentencias en su contra sean firmes, al tiempo que reclamó el indulto del exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.

“Ofrezco mi total colaboración de ahora en adelante en todas las causas. Si tengo que estar semanas reunido con ustedes para aclarar todas las causas pendientes, lo haré. Pero me gustaría ir por mis propios medios, no desde la cárcel. Dicen que la justicia es igual para todos, pero con nosotros no es así”, afirmó Correa en su turno de última palabra durante la sesión número 125 del juicio de la primera época de la trama “Gurtel”, que ayer finalizó tras más de un año.

El presunto cabecilla de esta trama de corrupción, de 62 años y para el que la Fiscalía pide 125 años de prisión, apareció ante el tribunal que le juzga visiblemente desmejorado y con una carpeta de color verde bajo el brazo, lo que avecinaba una declaración larga. Sin embargo, el magistrado Ángel Hurtado le advirtió antes de empezar de que no podía “hacer un discurso extenso y repetitivo”.

Nada que ocultar

El principal acusado comenzó su comparecencia insistiendo que en que tanto en su declaración de hace un año como ahora dijo “toda la verdad” y que ya no tiene “nada que ocultar” .

Explicó que “el ministerio o el ayuntamiento o lo que fuera sacaba en el BOE un presupuesto y me buscaban las empresas para gestionar y si conseguía las obras me pagaban una comisión”, apuntó, aunque no quiso facilitar nombres de esas empresas.

De este modo, defendió que él no creó su entramado de empresas “para trabajar para el PP o para delinquir”, y insistió en que su actividad consistía en una mediación para que otras empresas consiguieran contratos.

En su opinión, exministros o expresidentes españoles “trabajan así en muchos países latinoamericanos”, pues “son contratados por empresas para conseguir negocios, les hacen contratos importantes para que las empresas españolas tengan trabajo”.

Su error, explicó, fue que esas empresas para las que él trabajaba no le hicieran un contrato, porque salvo los delitos fiscales que sí admite, aseguró que no es consciente de haber cometido ningún delito. l

Correa ofrece de nuevo su colaboración a la Fiscalía, pero desde su casa, y pide el indulto para Garzón

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