Un Racing gris no tuvo opciones para llevarse la victoria ante el Pontevedra

Un Racing gris no tuvo opciones para llevarse la victoria ante el Pontevedra
los jugadores del pontevedra celebran uno de los tantos conseguidos ante manu barreiro faro de vigo

...Y a la trigésimo quinta jornada liguera, dos después de proclamarse campeón de su grupo y un mes después de asegurar su clasificación para la fase de ascenso, el Racing descansó. El equipo ferrolano enseñó ante un Pontevedra una cara que no se había enseñado a lo largo de la campaña. Pero el hecho de que sus alicientes ya sean solo batir records tan bonitos como carentes de rédito motiva que juegue sin la intensidad que lo ha caracterizado hasta ahora. Y eso, al final, se castiga con derrotas como la de ayer.
Desde el pitido inicial quedó claro que el Pontevedra se jugaba en el partido algo más que tres puntos, ya que saltó al terreno de juego dispuesto a estar cuanto más tiempo en campo de un rival que volvió a apostar por las rotaciones para repartir minutos entre sus jugadores. Pero eso también implicó tomar riesgos, algo que se tradujo en dejar muchos espacios por detrás de una línea defensiva casi siempre plantada en el mediocampo. De hecho, el cuadro verde aprovechó esta coyuntura para plantarse varias veces delante de la meta rival, aunque Pablo Rey, Marcos Álvarez,  Manu Barreiro o Jorge Rodríguez no acertaron en el remate final.
Así que el cuadro granate, que ejercía el control, pero sin apenas generar peligro, sacó provecho de un fallo del cuadro verde. Fue en una cesión de Pérez a Marcos Valín que se quedó corta, lo que aprovechó Richi para adelantarse a la acción del meta racinguista y marcar a placer. De hecho, la actividad de la primera parte se detuvo casi por completo a partir  de ahí hasta llegar al descanso con la mínima ventaja del cuadro local en el marcador.

bajón
El partido bajó de intensidad en la segunda parte, porque el Pontevedra se encontraba cómodo con la renta que tenía en el marcador y su rival apenas ofrecía síntomas de querer reengancharse a la pelea. Así que el encuentro fue discurriendo sin que ninguno de los dos ofreciesen claras señales de buscar la portería rival, aunque al menos el cuadro verde lo hizo por simple inercia, aunque sin la consistencia a la que acostumbró este ejercicio.
Los últimos minutos fueron de ataque constante del equipo ferrolano que, sin embargo, no encontró nunca la claridad para traducir el dominio que estaba ejerciendo en ocasiones claras como para marcar. Y es que el portero local no debió intervenir casi ni una vez para frenar los intentos racinguistas. Al contrario, las opciones más claras siguieron siendo para el Pontevedra, como en un remate de Yago Vázquez tras un saque de esquina que el portero Marcos Valín rechazó “in extremis”. Pero con lo que ya no pudo fue con el golpe franco botado por Santi Domínguez que se tradujo en el 2-0 con el que terminó el encuentro de ayer.

Un Racing gris no tuvo opciones para llevarse la victoria ante el Pontevedra

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