El Somozas tuteó a un líder afortunado

El Somozas tuteó a un líder afortunado
Fútbol Somozas contra Oviedo en A Malata

David estuvo a punto de darle un susto a Goliat. El Somozas, el equipo del pueblo más pequeño que tiene representación en Segunda B, que con la plantilla más económica de la categoría lucha por la salvación, se quedó a un paso de sorprender al Oviedo, el líder del campeonato, formado por los mejores jugadores de la división y que cuenta con el respaldo de una masa social diez veces mayor que todos los habitantes de As Somozas. El fútbol, sin embargo, no son núemeros y el cuadro verdiblanco, a pesar de los dos goles que recibió durante el primer cuarto de hora y de jugar en un campo distinto al suyo, hizo méritos para recuperar el empate en el marcador y poner en aprietos a una escuadra que solo fue capaz de ganar gracias a una acción más que polémica.

El líder Oviedo no quiso dejar lugar a la sorpresa y en tres minutos ya se adelantó en el marcador, fruto de un gol resultado de su primer ataque continuado sobre la portería local. Enfrente, el Somozas parecía como asustado por la entidad del adversario que tenía delante, la mejor plantilla del campeonato, que no tuvo demasiados problemas para tener el encuentro bajo su control absoluto y hasta ampliar su diferencia en el marcador a través de un gol de Susaeta al culminar una acción dentro del área después de superar la presión de un rival.
La incertidumbre por el resultado parecía totalmente acabada y, entre la relajación del conjunto ovetense por sentirse tan superior y el hecho de que el Somozas comenzó a encontrar su sitio sobre el terreno de juego, el partido empezó a ser otra cosa. Así, las llegadas del cuadro verdiblanco a la portería contraria empezaron a ser más habituales y, en una de ellas, una mano de Jonathan Vila, central del Oviedo, fue castigada con un penalti que Luis Ángel transformó en un gol que parecía darle esperanzas a la escuadra verdiblanca de conseguir algo positivo del choque.
Lo más importante del gol, sin embargo, fue que convenció a la formación local de que el león no era tan fiero como lo pintaban y que, además, tenía argumentos como para ponerlo en aprietos. De hecho, durante el tramo final de la primera parte la igualdad fue la principal característica y, además, el cuadro somocense se acercó a la portería contraria demostrando que podía conseguir el tanto del empate en cualquier acción con un poco de acierto.

igualdad
Cuando empezó la segunda mitad, la abrumadora superioridad que el Oviedo había mostrado en los primeros compases del partido ya era historia y, dentro del clima de igualdad que se vivía, el cuadro local encontró el premio del empate a través de un tanto de Luis Ángel al aprovechar el rechace de un tiro de Pablo Antas. Era el reflejo de lo que ya llevaba tiempo viéndose sobre el campo, donde no se notaba la diferencia que la teoría decía que había entre los dos equipos y que llevaba al Somozas a encontrarse cada vez más cómodo en el campo.
Sin embargo, el empuje y la calidad individual del Oviedo se combinaron para que el cuadro “carbayón” acabase consiguiendo el gol por el que suspiraba. El tanto, de todas maneras, llegó a través de un penalti después de que un jugador local cortase con las manos un centro. El árbitro no lo señaló  en primera instancia, pero sí de una manera casi inmediata, lo que permitió a Susaeta marcar el tanto que al final fue de la victoria visitante.
Porque, a pesar de que el Somozas buscó a partir de ahí la portería rival con insistencia, ya no llegó a generar opciones de la suficiente claridad como para llevarse algún punto-

El Somozas tuteó a un líder afortunado

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