El Racing confirma su fragilidad

El Racing confirma su fragilidad
villaviciosa. futbol. lealtad-ferrolano. 23 10 2016. foto joaquin pañeda-paneda.

Al Racing le falta algo más que un cambio de entrenador. La derrota que sufrió en el partido que lo enfrentó al Lealtad demostró que los defectos del equipo ferrolano están más allá del banquillo. Al contrario, el problema está sobre el terreno de juego y, sobre todo, en su actual fragilidad anímica (al menos, esto sí puede curarse con el tiempo), que ayer lo llevó a encadenar su tercera jornada sin ganar –solo ha sumado un punto en las tres últimas– y quedase al filo de una zona de descenso que, llegados a estas alturas torneo liguero, no es algo como para no tener en cuenta.  
El reestreno de Miguel Ángel Tena al frente del Racing trajo algunos (pocos) cambios de nombres en el equipo titular. Así, la presencia de Catalá en el mediocampo, acompañado de un Juan Martínez que regresó después de su lesión, representó la principal novedad del cuadro verde. Las intenciones, sin embargo, estaban claras... sobre todo en un escenario tan complicado como es el de Les Caleyes, donde los errores se pagan especialmente caros y el fútbol directo prima sobre el juego combinativo que el técnico del cuadro verde quiere aplicar.
Así que a lo largo de la primera parte el encuentro transcurrió con tanta intensidad como pocas llegadas a las dos porterías. Solo acciones a balón parado, rechaces o errores puntuales le brindaron la ocasión de marcar a cualquiera de los dos conjuntos –un remate de José Cruz tras una falta lateral y otro de Armental, que se fue a las manos del meta Javi Porrón, tras una jugada combinativa– aparecieron en la cuenta de la escuadra verde. En cambio, el Lealtad apenas fue capaz de generar ocasiones más que algunos lanzamientos lejanos que no llegaron a convertirse en peligro para ninguno de los rivales.

empuje
Después de que lo visto durante los primeros instantes del segundo acto fuese más de lo mismo, el paso de los minutos hizo que el Lealtad, a su manera, empezase a encerrar al Racing en su área. Eso sí, sin disponer de ocasiones especialmente claras. Solo un remate en semifallo de Adrián Llano –tras una acción a balón parado–, despejada “in extremis” por el portero Sergio García, supuso peligro real para la meta racinguista. Y, pese a que el equipo ferrolano se sacó este dominio de encima con un mano a mano de Joselu ante de la meta rival que el cancerbero Javi Porrón salvó, el gol local acabó por llegar de forma inesperada. Fue después de un lanzamiento desde la frontal que el meta racinguista despejó de forma fallida –el balón se iba por la línea de fondo– para dejar el balón a pies del delantero David Grande, que remachó a la red casi sin complicaciones.
Quedaban poco más de quince minutos para el final y el Racing, lejos de hacer méritos para el empate, no pudo evitar que el partido discurriese como el Lealtad quería. Es más, la fragilidad anímica que lo caracteriza en estos momentos hizo que el cuadro asturiano sacase partido a la desorganización racinguista para marcar otro tanto tras un centro de Jandrín por la izquierda que, en boca de gol, David Grande cabeceó a las mallas de la portería al adelantarse al meta visitante.
Aún se jugaron algunos minutos más, pero ese fue el auténtico punto final de un encuentro que, más allá de que esté un entrenador u otro, confirmó que el Racing es ahora tan frágil que tendrá que corregir muchas cosas si no quiere meterse en apuros.

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