“Si quieres tener hijos piensas: corto mi carrera... ¿y después qué?”

“Si quieres tener hijos piensas: corto mi carrera... ¿y después qué?”
Arantxa Novo regresó a las canchas el 24 de febrero vistiendo la camiseta del Ensino | El progreso

Da igual que lleve casi veinte años sobre las canchas de baloncesto. En los prolegómenos de los encuentros no puede evitar ponerse nerviosa. Ese runrún en el estómago la acompaña desde niña, desde que jugó sus primeros partidos vistiendo la camiseta del Mercedarias, y está segura de que nunca la abandonará. Es inherente a la forma en la que Arantxa Novo (Ferrol, 20 de diciembre de 1982) entiende el baloncesto. Una excitación adictiva, un “gusanillo”, como ella misma define, que la ha hecho volver al baloncesto profesional casi dos años después de haber colgado las botas.

Su adiós en marzo de 2016 fue una decisión “muy meditada”. Con 33 años, una dilatada experiencia y un club en el que se sentía como en casa, a la ferrolana todavía le quedaba mucho baloncesto dentro. Es cierto que en su decisión pesó una lesión de menisco que le amargó ese arranque de 2016 o que su marido, el técnico de baloncesto Javi Muñoz –que entonces entrenaba en Melilla–, estaba muy lejos, pero lo que realmente la hizo dar el paso fue “que yo quería formar una familia y era el mejor momento”.
Arantxa Novo pagó el peaje que muchas baloncestistas tienen que abonar para ser madre. “Llega un momento en el que una jugadora se plantea tener hijos y dice ‘¿cuándo?’ Corto mi carrera y después ¿qué?”, se pregunta. Ella lo hizo con gusto y sin ansias por volver. Cambió su rol de baloncestista por el de madre. Los balones por los pañales, las sesiones de entrenamiento por las noches en vela que acompañan los primeros meses de la maternidad.

Seguir al que había sido su equipo hasta hacía poco, el IDK Gipuzkoa, le permitía matar el hambre de baloncesto que todavía sentía. Hace unos meses, cuando estableció su residencia en Lugo, el Durán Ensino le ofreció la posibilidad de volver a las canchas, precisamente, en la misma escuadra con la que debutó en la elite en 2000. “Pero no era el momento, la situación no era idónea”, reconoce Arantxa Novo, que con su marido Javi Muñoz entrenando en México vivía volcada en su pequeño.
¿Qué cambió en su vida para que reconsiderase su decisión? “Hace unos meses pasó lo de mi hermano –el futbolista Nacho Novo sufrió un infarto a principios de año– y me di cuenta de que necesitaba liberar mi cabeza y que a mí lo que me permitía desconectar era el baloncesto, que es lo que realmente me encanta”.


Sin la exigencia de afrontar una temporada completa y con todas las facilidades que le ha puesto el Durán Ensino, Arantxa Novo decidió regresar para ayudar al club lucense a regresar a la Liga Femenina 1. Volver a pisar el parquet acarrea para ella una importante exigencia física solo superada por la organizativa. “Mi padre y su mujer vienen desde Ferrol para quedarse con el niño cuando juego fuera. Mis tíos también están siempre que los necesito; mi cuñado, que vive en Lugo; mi suegra viene con frecuencia...”, todos arriman el hombro pero, en el día a día, su vida es una locura, “es un no parar, aunque creo que me organizo bien. Creo que cuando eres madre la cabeza y el cuerpo responden de otra forma”.

Regreso
Arantxa Novo ha trabajado duro en las últimas semanas. Nunca ha entendido hacer las cosas a medias, así que desde que se anunció su regreso a las canchas se ha volcado en ponerse a punto, “en poner las piernas a funcionar y meterme en las mejores condiciones para evitar las lesiones”. Puede que todavía no esté al cien por cien, pero la clase de la ferrolana ya la ha llevado en la última jornada, en el que era su tercer partido tras el regreso, a firmar una meritoria actuación ante el ADBA. En 28 minutos, Arantxa Novo anotó 13 puntos, capturó 7 rebotes, dio 7 asistencias y robó 5 balones. Total, 26 puntos de valoración que la pusieron entre las mejores de la jornada en Liga Femenina 2: “Todavía me falta mucho para estar bien, pero voy a ayudar en todo lo que pueda para que el Ensino ascienda”.

Nadie lo duda. La profesionalidad es una cualidad innata en Arantxa Novo quien, aunque reconoce que “con la maternidad tus prioridades en la vida cambian y relativizas más todo”, no sabe hacer las cosas a medias: “O sí o no; o juego o no juego... pero si lo hago, doy el máximo. Para mí esto no es un hobby, es mi trabajo”, insiste la jugadora.

Arantxa está de vuelta y el baloncesto de enhorabuena. La ferrolana ha regresado con ilusión renovada y, sobre todo, dispuesta a “disfrutar, porque tengo experiencias como para tener claro que nunca sabes cuándo se va a parar todo, así que lo mejor es disfrutar al lado de la gente que quieres sin preocuparse de lo que va a pasar mañana. Sobra entonces preguntarle si está dispuesta a seguir el año que viene... “¡ya se verá! Me gustaría, pero mi situación es complicada, ya no soy yo sola... y tenemos que organizarnos para que todos en casa podamos disfrutar del baloncesto”.

“Si quieres tener hijos piensas: corto mi carrera... ¿y después qué?”

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