Otra vez la misma historia

Otra vez la misma historia
Medina, en el partido de su debut, intenta llevarse la pelota ante la presencia de un rival DANIEL ALEXANDRE



No es la primera vez esta temporad que en el Manuel Candocia se ve la historia que se contempló ayer. El Somozas controló el juego, dispuso de ocasiones para marcar, se mostró sólido en defensa... pero tereminó perdiendo. Un fallo puntual después de una acción que comenzó con un saque de banda a favor de la escuadra visitante lo acabó condenando a una derrota que, si su situación ya era complica, ahora hace que lo sea mucho más.
La esperanza, cimentada en el estreno de Medina y Sielva, dos de los jugadores incorporados en el mercado invernal, de obtener un triunfo que ejerciese de punto de partida hacia una recuperación clasificatoria se tradujo en el control de partido que el Somozas ejerció en el tramo inicial del encuentro. Sin embargo esta situación no hizo que el cuadro verdiblanco generase ocasiones claras para marcar. Ni tan siquiera acercamientos con demasiado peligro. Eso sí, al menos era capaz de contener a un rival que apenas se prodigaba en ataque.
Pero el gol con el que el Tudelano, casi en su primera llegada a la portería contraria, se adelantó en el marcador –Jiménez remachó una jugada en la que el Somozas no tuvo la contundencia debida para despejar la pelota– despertó todos los fantasmas que acompañan el camino del Somozas. Desde ahí, a pesar de llevar la iniciativa en el juego, los nervios se traducían en errores que permitían a su rival generar peligro. Además, ya en ventaja en el marcador, la formación navarra apostó por pertrecharse en su parcela defensiva para mantener la renta que había conseguido y, a pesar de que en los minutos anteriores al descanso el conjunto local apretó y generó dos ocasiones para marcar por mediación de Rami y Cristian, el encuentro llegó con 0-1 al intermedio.

situación complicada
Con el transcurso de los minutos la apuesta del Tudelano por mantener su portería a cero se hizo más descarada. Así que el Somozas se vio, si cabe, más obligado a llevar el peso del juego a través de la posesión, aunque sus combinaciones no se tradujeron en más ocasiones que un disparo lejano de Sielva que se marchó demasiado alto. El encuentro, de todas maneras, se jugaba casi en exclusiva en el campo visitante, aunque los espacios que iba dejando la formación local dejaban más espacios para que la formación navarra montase contras.
La entrada de otro delantero, Iñigo Rodríguez, radicalizó el cariz ofensivo de un Somozas que a partir de ahí no paró de sitiar la portería visitante. Ya fuese a través de jugadas elaboradas o de balones al área –algunos de ellos en acciones a balón parado–, el Somozas estuvo siempre cerca de alcanzar un empate que, más que por el punto en sí, tendría un significado mucho más anímico para los locales. Sin embargo, en ninguna de sus ocasiones –algunas fueron un auténtico acoso y derribo– el equipo somocense consiguió el premio deseado.
Así que al final el cuadro verdiblanco acabó cosechando una derrota (otra más) que dificulta lo que es una situación complicada, pero que todavía tiene visos de mejorar en cuanto salga de la dinámica negativa en la que se encuentra inmerso ahora.

Otra vez la misma historia

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