Las lluvias y los lodos del Rugby Ferrol en A Malata

Su mal estado obliga a suspender la concentración gallega de escuelas
Las lluvias y los lodos del Rugby Ferrol en A Malata
El duelo por la permanencia ante el Pontevedra el pasado domingo tuvo que disputarse en unas dudosas condiciones del terreno de juego | j. meis

Los inviernos, especialmente los lluviosos –situación que se da con bastante asiduidad en la comarca en particular, y Galicia en general–, se están convirtiendo para el Rugby Ferrol en auténtico déjà vu. Y no de los buenos, de esos que cuando estás de viaje da la impresión de que ya estuviste en ese lugar. Las amargas sensaciones de la entidad ajedrezada se despiertan con temporales, con el agua y con el estado de un terreno de juego que, una vez más, impedirá la celebración de la fiesta de la cantera gallega en la casa del club ferrolano. 


Al igual que hace poco más de un año, tanto Federación como entidad han decidido no llevar a cabo una concentración de escuelas que hubiese reunido en el denominado campo de A Malata a casi 400 deportistas. Una situación que se repite en el tiempo y con el mismo espacio como protagonista, un terreno de juego de la ciudad naval castigado por su falta de mantenimiento y su uso “excesivo” debido a la carencia de alternativas. “Teníamos el mejor campo de rugby de Galicia y ahora tenemos el peor”, señala Alejandro Segura, vicepresidente de la entidad deportiva. 


Una situación que va camino de una década sin solución –desde la fusión del mantenimiento de parques y jardines e instalaciones deportivas–, tiempo en el que “nadie ha cogido el toro por los cuernos”, apunta el dirigente y que, si bien, podría tener su desenlace merced al proyecto de la Ciudad del Deporte, las actuaciones para la zona del pabellón de A Malata se fechan desde el tercer trimestre de 2025 hasta el cuatro trimestre de 2026. Es decir casi otras dos temporadas. ¿Y mientras tanto?

 

Peligroso

La tierra ha ido comiendo terreno a la hierba –que ya no césped deportivo– en este campo, creando auténticos barrizales peligrosos y “antihigiénicos”, especialmente para los más pequeños, como señala Segura. Una situación que el pasado año se solucionó para poder acoger la citada concentración ya en abril, recuerda, con el llenado de los agujeros –embarrados– existentes con arena y las niñas y niños más pequeños “se dedicaron a hacer castillos de arena”. 


La “escuelita” –menores de 12 años– del club ferrolano reparte su actividad entre este campo y el naronés de San Mateo, gracias a la colaboración y buena voluntad del vecino concello, si bien y, como avisa el dirigente ferrolano, “hay familias que piensan en dejar el club por el estado del campo. Es una lástima que todo lo que llevamos hecho se diluya por esta situación”, comenta con evidente preocupación. 


Una situación cuya resolución se prolongará, como mínimo casi un año y medio, y para la que club y Concello ya han establecido conversaciones para llevar a cabo actuaciones especiales para, como mínimo, que “no sea peligroso su uso, porque ahora mismo estamos jugando sobre un cadáver”, sentencia Segura. 

 

Ricardo Aldrey, edil de Deportes: “Hay que buscar soluciones cuanto antes “

La adecuación del campo de rugby para ajustarse a las necesidades básicas pasaría por la colocación de un nuevo césped –con su correspondiente mantenimiento–, así como la existencia de otro terreno de juego para entrenar –podría ser de hierba artificial– y, por supuesto, su homologación –cabe recordar que el primer equipo tuvo que disputar sus duelos como local en División de Honor B fuera de A Malata por este motivo–. 


Y si bien estas soluciones, a priori, más definitivas todavía tardarán, y tras las conversaciones mantenidas por club y concello, la concellería de Deportes dirigida por Ricardo Aldrey ya ha dado parte al área de Medio Ambiente, Servizos, Zona Rural, Obras, Mobilidade e Seguridade de su situación de cara a su acondicionamiento “con arena, su alisado y drenado. Hay que buscar soluciones cuanto antes”, señala el edil de Deportes como una primera actuación


Y si bien ya pensando en la próxima campaña “hacer cuidados más específicos, en base a lo señalado por alguna empresa especializada o por Medio Ambiente. Asimismo, el edil añadió también la necesidad de campos de entrenamientos alternativos –recordando el anterior uso de Aneiros o Juan de Lángara–, para que no todo el volumen de trabajo y partidos recaiga en el castigado de A Malata “ya que sino nos volveríamos a encontrar en la misma situación”.

Las lluvias y los lodos del Rugby Ferrol en A Malata

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