Llega el turno para la competición

El Racing se adentra desde hoy en una nueva fase de la pretemporada, la que implica jugar la Copa Diputación, una competición semioficial en la que su objetivo es llegar lo más lejos para obtener el mayor rédito económico que pueda. El primer partido del torneo lo enfrenta al Rápido de Neda esta tarde –19.00 horas, Municipal de Neda– y, por la diferencia de categoría entre ambos, el único resultado que se contempla es el de la victoria racinguista. Será el primero de los cinco pasos que el cuadro verde debe dar para proclamarse campeón, algo que no pudo ser la pasada temporada al caer contra el Somozas en la gran final. 
Jugar la Copa Federación implica unos hábitos distintos a los del resto de pretemporada. Porque si en cualquier amistoso lo que se pretende es repartir los minutos entre los jugadores, aquí unos cuantos deben jugar los noventa, con la sobrecarga que eso implica en la actual fase de puesta a punto. De ahí que el entrenador del equipo ferrolano, Miguel Ángel Tena, empleará en este partido a los jugadores que están en mejores condiciones.

AUSENCIAS
Los que no estarán en este encuentro son Catalá –que todavía no está plenamente recuperado de la lesión muscular que sufre desde la semana pasada– y Borja Domínguez –que aún no tiene la ficha tramitada–. Además, Juan Martínez sigue a la espera de que se le realice una artroscopia para saber el alcance exacto de la nueva lesión de rodilla que sufrió hace ya dos semanas, con motivo del encuentro contra el Somozas en A Gándara. El resto de la plantilla, incluidos los juveniles Fran López, Aitor Pascual y Aarón Rey, forman parte de la citación para este choque.  
Por su parte, el cuadro nedense llega a este partido después de derrotar al Cedeira en la primera eliminatoria. Las tres categorías de diferencia que lo separan de su rival de esta tarde lo sitúan en el papel de víctima, pero la escuadra que entrenan Alejandro González, Picu, y Manel Yáñez intentará rendir a un buen nivel para complicarle las cosas al cuadro verde lo más posible y, sobre todo, dar buena imagen. Lo hará con solo 16 jugadores, con las ausencias de Abel –expulsado el pasado miércoles– y Alfonso –por cuestiones laborales–, pero con la ilusión de rendir bien ante un rival casi inalcanzable.