“El equipo ha crecido y yo lo he hecho con él”

“El equipo ha crecido y yo lo he hecho con él”

“Quiero ganar siempre y para ganar necesitas de todo el equipo”. Shacobia Barbee (Murfreesboro, Tenneesse, 1994) condensa en apenas una frase su concepción del baloncesto. Esa que la ha llevado a convertirse en una de las jugadoras más valoradas del campeonato –una media cercana a los 20 puntos por partido– y una de las columnas sobre la que se cimientan los éxitos del Star Center Uni Ferrol. Esa que la hace valiosa por lo que aporta de forma efectiva –es la máxima anotadora y más valorada del equipo, la que más balones roba, la tercera en cuanto a asistencias y rebotes, a pesar de jugar en posiciones alejadas del aro–, pero sobre todo por su capacidad para entender las necesidades del equipo y adaptar su juego a ellas. “A mí me da igual hacer 50 puntos o que lo haga otra... yo siempre voy a intentar hacer lo que el equipo necesite para ganar”.
Una filosofía que no es nueva en su juego y que fue uno de los aspectos que Lino López primó cuando valoró su contratación el pasado verano. La norteamericana ha corroborado con creces ese perfil, indispensable en la visión que el preparador tiene del juego de este equipo, pero también más lenta a la hora de rentabilizarlo. Shacobia Barbee –Cobi, como le gusta que le llamen– empezó bien el campeonato, pero es con el paso de los meses cuando se ha revelado en todo su potencial. “Cuando llegas a un equipo nuevo tienes que conocer a las jugadoras, quién hace cada cosa, quién es la tiradora, quién necesita ayuda en defensa”, explica la norteamericana, “ahora he aprendido más del resto de mis compañeras y sé lo que necesitan en cada momento cuando están en la cancha, por eso he ido ajustando mi juego al del equipo”, explica a la hora de valorar su evolución en los últimos meses.
Tras su etapa universitaria, la jugadora dio el salto al baloncesto europeo buscando, precisamente, ese trampolín hacia la mejor liga del mundo. Su proyección ha tenido repercusión internacional y los New York Liberty ya han llamado a su puerta. La WNBA la espera, pero ella vive solo el presente y ese pasa única y exclusivamente por el Star Center Uni Ferrol y su clasificación para los play-off. El que piense que su objetivo para la temporada está cumplido con ese fichaje es que no conoce bien a esta jugadora, competitiva al cien por cien. “Nunca vine pensando en un objetivo claro, porque no conocía ni el equipo ni la liga, pero ahora que estamos arriba solo pienso en que tenemos que seguir ganando”, insiste. 
Y es que, incluso para una jugadora foránea, es difícil no contagiarse del buen ambiente que se vive en el equipo y de la expectación que se ha creado en la ciudad con sus éxitos. “Me doy cuenta de que la gente está cada vez más emocionada con nosotras”, reconoce, “que viene más gente a los partidos, que están interesados en el equipo, que nos conocen por la calle... y eso me gusta mucho. Es muy emocionante”.
“El equipo ha crecido” y Barbee siente que “he crecido con él” y eso es justo “lo que yo necesitaba este año. He aprendido del entrenador, de cada jugadora... Dejar tu casa siempre es difícil, pero era lo que tenía que hacer para tener una carrera profesional y la verdad es que Ferrol y el Star Center fue un sitio muy bueno para empezar”. 
“Botar antes de dar el primer paso –en contraataque”, fue lo primero que aprendió, a base de sanciones arbitrales, a su llegada a España, bromea. Pero poco a poco ha ido descubriendo un baloncesto tremendamente diferente al estadounidense. Diferencias que para ella se hacen patentes, sobre todo, en cuestiones defensivas, pues “permiten más contacto cuando estás defendiendo el balón, puedes tocar al jugador, meter la mano... en Estados Unidos te pitan falta. También puedes usar más el cuerpo en el poste bajo”, reconoce, “pero en cada partido los árbitros son diferentes y tienes que leer en cada partido lo que puedes hacer y lo que no”.

Vida tranquila
Aunque siempre estuvo feliz en la ciudad, la llegada de Laquinta Jefferson ha hecho que todavía se encuentre más cómoda. Parece inverosímil pensando en la extensión y población –más de 325 millones de habitantes de Estados Unidos– pero, casualidades de la vida, ambas jugadoras proceden de la misma ciudad, Murfreesboro, de poco más de 117.000 habitantes, y se conocían con anterioridad. Vilma Kesanen, solícita intérprete en el diálogo con Cobi, fue durante mucho tiempo su principal nexo para superar la barrera idiomática. Ahora, la llegada de Laquinta Jefferson ha supuesto un aliciente –“tengo alguien con quien hablar inglés, además de Vilma (Kesanen)”– en una vida tranquila en la que dedica muchas horas al sueño, a pasear por la ciudad o por la playa de Doniños –“tan diferente a las que conocía en Estados Unidos”–.
Así es Cobi, una jugadora discreta, trabajadora y que habla –mucho y bien– donde tiene que hacerlo: sobre el parquet. La extranjera que el Star Center necesitaba para redondear un grupo equilibrado llamado a hacer historia.

“El equipo ha crecido y yo lo he hecho con él”

Te puede interesar