El Racing gana haciendo lo mínimo

El Racing ya huele la fase de ascenso. La victoria que ayer consiguió sobre el Alondras lo mantiene al filo de asegurar un puesto entre los cuatro primeros al final de la fase regular. Le llega con sumar solo un punto más de aquí a final de temporada o perder por menos de cinco goles en el partido que lo va a enfrentar al Pontevedera. Pero como el verdadero objetivo del cuadro verde es el de asegurar el primer puesto, los puntos sumados le permiten aumentar a catorce la distancia que mantiene sobre el Celta B a falta de solo nueve partidos para el final del campeonato. Eso sí, ayer no demostró el porqué de su primera posición, sobre todo en la segunda parte, porque enseñó una falta de intensidad que estuvo a punto de costarle caro. Suerte tuvo que el rival que tenía enfrente no le exigía demasiado y que no demostró demasiados argumentos. Suerte de la diferencia que había logrado en la primera parte y que le permitió mantener la victoria final.

Sin dominador claro de la pelota, ambos equipos buscaron de manera deslavazada la portería contraria. Por una parte, el Alondras intentó sacar partido de la posesión. Por el otro, el Racing quiso hacer gala de la capacidad de sus jugadores ofensivos. Pero ni unos ni otros consiguieron generar ocasiones claras para marcar, aunque fue el cuadro local el que llegó de manera más habitual a la portería contraria. Sin embargo, solo un par de centros y de acciones aisladas significaron algo de peligro.

Pasados los apuros de los primeros minutos, el Racing encontró su sitio sobre el campo a base de pegada. De esta forma, la primera gran oportunidad que tuvo –un balón suelto en la frontal del área local que Dani Rodríguez resolvió con un empalme que, tras tocar en un rival, se coló de forma mansa en la meta contraria– supuso su primer gol. Y al poco, en su segunda llegada, un golpe franco lateral botado por Héber Pena desde la derecha lo remató con suavidad el defensa Pérez para ampliar la cuenta a favor de la escuadra visitante.

Esos diez minutos de acción fueron los que apagaron hasta el descanso un partido en el que el Alondras apenas exhibió argumentos para complicarle la vida a su rival. Solo un par de contras, resueltas con disparos tímidos de Abraham y Castilla, confirmaron que el conjunto local estaba en el partido, pero como esos intentos no encontraron el premio deseado, el encuentro llegó al receso prácticamente sentenciado salvo que el cuadro verde bajase de una manera espectacular su rendimiento en la segunda mitad.

REACCIÓN

No es que el Alondras tuviese demasiada fe en remontar, pero la parsimonia con la que empezó el Racing la segunda parte permitió a su rival recobrar la ilusión por sacar algo positivo del partido. Si cabe más desde que consiguió su gol, obra de Calo al remachar un remate de Denis tras un saque de esquina. Quedaba aún media hora para el final del partido, pero el cuadro local encontró en este tanto la fuerza para seguir intentándolo hasta el final delante de un rival que parecía dejarse llevar de una manera bastante peligrosa para sus intereses, porque enfrente tenía un equipo que quería agotar sus posibilidades de lograr algo positivo.

Ni siquiera los cambios despertaron al Racing del letargo en el que se encontraba, así que el encuentro estaba en una situación complicada para un equipo ferrolano que no mostraba ni la mitad de ansia que su rival. Sin embargo, el cuadro local apenas fue capaz de generar ocasiones para marcar. Solo un par de saques de esquina y algunas acciones puntuales sembraron algo de incertidumbre delante de la portería racinguista. Pero los minutos fueron pasando y el cuadro verde consiguió amarrar una victoria que lo sitúa al borde de la clasificación para la fase de ascenso. Es un primer paso que tiene el alcance de la mano y que espera certificar la semana que viene frente al Cerceda. El próximo paso tardará algo más, pero parece más que encarrilado a medida que se van agotando las jornadas del torneo.