La dulce venganza del proletariado blanco y verde

La dulce venganza del proletariado blanco y verde
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“No escupas al aire”, dicen los marineros, pero parece claro que, a veces, los cronistas de los equipos llamados “grandes” no tienen muchos conocimientos de sabiduría popular. Lo cierto es que el periodista murciano que llamó al Somozas “obreros del balón que no han podido triunfar como profesionales del fútbol; un grupo de futbolistas de pico y pala, un rival sin recursos” y calificó el choque del pasado sábado como “un aperitivo” antes de enfrentarse al líder, Oviedo, le hizo un flaco favor a la escuadra sobre la que informa en su medio levantino. Y es que la plantilla blanquiverde no solo se enteró de esta “elogiosa” previa antes del choque, sino que puso todo su empeño en que su autor tuviera que rectificar al día siguiente derrotando al Real Murcia.
 Haciendo gala de la que sí es su principal característica, el pundonor, los de Ferrolterra tuvieron en una gran segunda parte al Real Murcia contra las cuerdas y se quedaron con tres valiosos puntos de cara a mantenerse en la Segunda B. Héber Pena, autor del gol decisivo en la tarde del sábado, solo enfatizó tras el choque lo que esta victoria ayuda a su objetivo de la permanencia, pero su compañero Antón de Vicente no dudaba en señalar que “los obreros” se habían salido con la suya frente a la teórica calidad que se le presupone a una plantilla con “posibles” como la murciana.
Ajeno a estas circunstancias, así como a algunos malos modos que se pudieron ver de camino a los vestuarios tras el enfrentamiento, el ex del Racing y técnico del grupo levantino José Manuel Aira lo dejó claro en su intervención en rueda de prensa. Así, dijo, los goles vinieron de fallos cometidos por sus jugadores porque no entendieron que, frente a un grupo como el Somozas, que nunca se da por vencido, han que estar metidos en el partido hasta que el árbitro pite el final. También tuvo unas palabras que pueden ser interpretadas como una reprimenda a sus propios cronistas. “Cuando ganamos un partido no sacamos pecho y vamos diciendo que somos los mejores de la categoría. Cuando perdemos hay que afrontarlo con la misma tranquilidad”.

La dulce venganza del proletariado blanco y verde

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