El duelo en Tenerife, clave para la zona alta de Segunda

Tenerife y Racing de Ferrol han aplaudido, ligeramente, la mala fortuna que ha acompañado en las últimas jornadas a sus rivales por meterse en un playoff al que dar alcance parecía, en un primer momento, un poco menos doloroso de lo que en la actualidad está siendo. 

Precisamente, el pasado fin de semana las escuadras ovetense y tinerfeña fueron las protagonistas de uno de estos duelos, el disputado en un Carlos Tartiere que con un 0-1 permitió que los ferrolanos mantuviesen ese punto de distancia sobre los asturianos –y asimismo para entrar en promoción– que los canarios pudiesen acercarse tanto a estos como al conjunto de Cristóbal Parralo, que ahora ven a cinco puntos. 

Y es que si durante los pasados choques, la formación racinguista “ayudó” a las escuadras de la zona baja a tener un poco más de esperanza en su complicada situación, el grupo ferrolano considera hecho su trabajo de buen samaritano y ahora le toca a él que la moneda le caiga de cara. 

Unos duelos directos en este embudo de la zona baja del playoff y su entrada que, además del que protagonizarán Tenerife y Racing de Ferrol el domingo en el Carlos Tartiere, también se darán en el Stage Front Stadium y El Sardinero, con los choques entre el Espanyol –cuarto, con 60 puntos– y el Sporting de Gijón –séptimo, con 55– y el Racing de Santander –sexto, con 55– y el Elche –quinto, con 58–.

Cambiar el pasado

El grupo de Parralo intentará, en esta jornada de nuevo clave para que se puedan ir definiendo la tabla de la Liga Hypermotion, mejorar una condición como visitante en la que acumula seis desplazamientos sin ganar –igualando así su peor racha vivida a principio de campaña–. 

Si bien, la “arena” del Heliodoro Rodríguez López tampoco ha traído fortuna a los verdes. Afortunadamente el último choque que el grupo racinguista disputó aquí fue en diciembre de 2007, hace más de 16 años, cosechando una derrota por 2-1. Los de Parralo firman sólo dos victorias en sus doce duelos tinerfeños, si bien en ninguno de estos duelos eran, precisamente, los jugadores de Cristóbal.