Una derrota con atisbos de progresión

Una derrota con atisbos de progresión
Racing de Ferrol contra Sporting de Gijón

 

La segunda derrota que sufre el Racing en la pretemporada volvió a llegar de manos de un equipo que esta temporada jugará en Primera. El Sporting de Gijón fue el verdugo del equipo ferrolano en su quinto partido de esta fase de preparación, en el que ofreció claros signos de mejoría de cara al campeonato liguero, que dará comienzo en poco más de tres semanas. Porque el cuadro verde no solo demostró estar mejor físicamente, sino que a nivel táctico empieza a reflejar alguna de las cosas que Miguel Ángel Tena quiere ver entre los suyos cuando empiece el campeonato liguero.
El Sporting trató de imponer desde el primer minuto su mayor ritmo, pero antes de llegar a los diez minutos se encontró con un tanto en contra. Y es que el regreso de Pablo Rey devolvió al equipo ferrolano el arma de los lanzamientos a balón parado y, en el primero que dispuso ayer, con la pelota a unos treinta metros, su disparo superó la barrera visitante para sorprender al portero. La delantera racinguista en el marcador, sin embargo, no hizo que su rival cambiase su manera de jugar. De hecho no tardó mucho en volver a establecer el empate, tras una acción de mala fortuna para el cuadro verde tras un tiro de Juan Muñiz desde la frontal del área que, tras tocar en Víctor Vázquez, no fue atajado por un Mackay, que vio cómo la pelota se le colaba entre las piermas.
El partido siguió por los mismos derroteros, con los dos conjuntos jugando con mucha intensidad y esforzándose sobre todo en el trabajo defensivo. Las llegadas a ambas porterías, de todas maneras, no fueron demasiado numerosas, pero se repartieron para los dos. Así, la mejor para la escuadra visitante fue un doble remate –primero un cabezado de Pablo Pérez tras el centro de Carmona desde la banda derecha; el segundo de Juan Muñiz tras el rechace– que Mackay salvó en una gran intervención. 

bajón
Los cambios introducidos en la segunda parte por ambas escuadras hicieron que el ritmo bajase. De hecho, el juego discurrió con menos claridad de lo que lo había hecho en la primera, aunque fue el Sporting de Gijón el que ejerció un mayor control de la situación. Así, en una de sus escasas llegadas a la portería defendida por el portero Mackay, una jugada indivual de Lora –recién entrado al terreno de juego– acabó con un disparo desde la frontal del área que se fue al fondo de las mallas de la portería local.
El dominio sportinguista fue más notable en los últimos compases del partido, en el que el Racing –con cuatro jugadores juveniles sobre el terreno de juego– no se mostró tan peligroso como lo había sido anteriormente. Mientras, el cuadro asturiano sí generó varios acercamientos a la portería racinguista, pero ninguno de sus intentos encontró el premio de otro tanto para su cuenta. Así que el partido terminó con la mínima derrota racinguista que, de todas maneras, se va del partido con buen sabor de boca.

Una derrota con atisbos de progresión

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