Un comodín de tranquilidad

Un comodín de tranquilidad


El comodín que suponía el partido contra el Palencia le sirvió al Racing para completar una jugada maestra hacia la permanencia. La goleada con la que saldó el encuentro aplazado hace más de un mes lo acerca más a sellar su continuidad en la categoría de bronce. Ahora, con ocho puntos sobre las cinco últimas plazas, el cuadro verde espera sellar cuanto antes la permancia para, si es posible, pensar en otras cosas.

Puede que por la tranquilidad que el Racing le dio su victoria del pasado fin de semana o por la necesidad con la que llegaba el Palencia, el caso es que el equipo ferrolano no tardó en asumir el control ante un rival que demostró el porqué de su situación clasificatoria. Así que se pasó unos cuantos minutos merodeando la portería rival hasta que en una de sus ocasiones, un golpe franco botado por Pablo Rey encontró el fallo del portero rival en la salida y el remate de Catalá para adelantar al equipo ferrolano.

Este tanto le dio, si cabe, más tranquilidad a la escuadra verde que, además, al poco vio cómo su rival se quedaba en inferioridad por la expulsión de Carrasco. Fue en él en quien se personificó la excesiva agresividad del cuadro castellano, que para frenar a su adversario tuvo que recurrir a esta fórmula. De todas maneras, este argumento no le bastó para frenar a un Racing que a poco de llegar al descanso amplió su distancia después de que Joselu remachase la jugada iniciada por Laro Setién –de los más destacados en el encuentro– y que él mismo había estado a punto de rematar con su cabezazo.

sentencia
Otros dos goles del Racing en los diez primeros minutos de la segunda parte confirmaron la diferencia entre ambos equipos y, a pesar de que el Palencia redujo distancias casi inmediatamente, el resultado no estuvo en ningún momento en duda. Los cambios hechos por el equipo ferrolano, dando descanso a alguno de sus hombres importantes, y falta de mordiente del cuadro visitante para conseguir algún tanto más, confirmaron esta dinámica.

El juego siguió unos cuantos minutos más, pero en ellos ya no hubo nada reseñable. Tan solo el comprobar que el Racing, por vez primera en lo que va de campaña, disfruta de tranquilidad.

Un comodín de tranquilidad

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