Un descenso en el funcionamiento del servicio postal es el argumento que está detrás de los recortes que Correos está llevando a cabo a nivel estatal.
La oficina de Fene es ahora la amenazada por la medida y, al margen de la presentación de mociones en los Concellos de Fene y Mugardos, la plantilla sacó ayer su rechazo a la calle para tratar de evitar los planes que podrían dejar sin empleo a tres de los diecisiete trabajadores de los que actualmente consta la plantilla.
Unas 40 personas, según fuentes de la CIG-Correos, secundaron una protesta que arrancó pasadas las seis de la tarde y que tuvo lugar en las inmediaciones de las oficinas postales, situadas en la carretera de A Fraga. El responsable Comarcal de la CIG-Correos, Xesús Carlos do Río López, explicó que la medida, de llevarse a cabo, incidiría en la periodicidad del reparto y afectaría a unas 20.000 personas, que son las que a día de hoy tienen fijada sus residencia en los términos municipales de Fene, Mugardos y Ares. Según el responsable de la CIG, la medida afectaría de un modo muy especial a la población de la zona rural, que podría empezar a recibir la correspondencia cada tres o cuatro días. Del río López, apuntó que “un recorte da plantilla vai a empeorar a calidade do servizo postal de tal xeito que será imposible cumprir cos prazos de entrega que marca a Lei Postal”.