La Guardia Civil de Melilla, en una operación conjunta con el Equipo @ de A Coruña, detuvo, en calidad de investigado, a un vecino de la localidad al que se le acusa de los delitos de estafa e introducción de programas informáticos destinados a la comisión de delitos de estafa por presuntamente sustraer 1.000 euros de la cuenta bancaria de un hombre de Ortigueira.

Según apuntó el Ministerio de Interior por medio de un comunicado, la investigación arrancó el pasado día 4, cuando la víctima, al comprobar su saldo en el banco, descubrió dos cargos por valor de 500 euros cada uno que él no había realizado. Tras el descubrimiento, el ortegano denunció los hechos inmediatamente ante la Guardia Civil, que a su vez alertó de esta situación al Equipo @ de A Coruña. De esta forma, los especialistas informáticos del instituto armado comprobaron que esta forma de proceder coincidía con la de varios investigados en la operación “Glilla”, aún en marcha. Este “modus operandi” consiste principalmente en la adquisición de datos bancarios en bloque por medio de la “Dark Web” –una red o conjunto de redes que se superponen a la de internet convencional, cuyas direcciones no aparecen en motores de búsqueda ni índices comunes y que precisa de software especial para acceder a ella– para, posteriormente, acceder a las cuentas mediante la instalación en los dispositivos de la víctima de “malware”, o software malicioso.

Así, la colaboración de ambos equipos logró identificar al supuesto autor de la estafa, un varón de 48 años residente en Melilla. Al parecer, el acusado, mediante la técnica antes descrita, había logrado acceder a la cuenta de la víctima, haciendo las dos transferencias a otro banco, retirándolo en un cajero pocos minutos después “intentando no dejar rastro de su operación”. De esta manera, el hombre fue detenido y puesto a disposición judical en calidad de investigado por los delitos antes mencionados.

Consejos de la Guardia Civil

Con la pandemia de coronavirus el número de delitos de esta naturaleza se ha disparado, tal y como advirtió en numerosas ocasiones la benemérita. A lo largo de los últimos años, las técnicas de ingeniería social se han ido refinando, lo que, sumado al desconocimiento de parte de la población de la capacidad que ofrece internet para esta clase de estafas, ha logrado que estas aumenten de forma exponencial.

En este sentido, la Guardia Civil advierte principalmente de las técnicas de “phishing”, de las que ya se han informado en este Diario y que consisten principalmente en la suplantación de identidad de empresas o sitios web considerados seguros, como bancos, para obtener los datos personales de las víctimas. Así, la benemérita señala que, por ejemplo, ninguna de estas entidades solicitará esta clase de datos personales, especialmente bancarios, mediante un correo electrónico. A esto habría que añadir, por ejemplo, “tests” de personalidad en apariencia inofensivos en las redes sociales, dado que en muchas ocasiones sirven para recopilar información sensible que luego puede ser vendida.